Disney entendió el significado del live action con "Lilo & Stitch"
El live action de "Lilo & Stitch" ya está disponible en todos los cines y es una fiel representación a la película animada, pero con mucha más emoción.
Foto: (Disney)
Hablar de "Lilo & Stitch" es remontarme a los mejores años de mi infancia, a esa niña de ocho años que se sentaba en su sillón para poder ver una de las películas más familiares y mejores animadas de Disney. Hoy, con el doble de esa edad, realmente volver a disfrutarla, pero desde otra perspectiva, aunque con su esencia intacta, hizo revivir a esa niña que tanto disfrutó a estos dos personajes.
Lo cierto es que cuando se anunció el live action sentí pánico: "espero que no la arruinen", fue lo primero que pensé -mis experiencias con los últimos live action son malas, claro está-, pero una vez más doy fe que ir al cine sin expectativas hace la diferencia.
Desde el vamos, con la presentación de Bandana en la avant premiere que se realizó en Buenos Aires, la emoción floreció en mí y Disney puso en contexto lo que fue esa niña interior. Pero, lo cierto es que el momento más determinante fue cuando me senté en la sala de cine esperando una nueva decepción que me dio un vuelco cuando empezó la película. En sí, en esta ocasión, no hablaré de la historia porque, por suerte, es exactamente igual al clásico animado, sino que me enfocaré en el sentimiento y la profundidad que tiene.
Si bien se trata de una de las películas con más bajo presupuesto de la historia de Disney, también se trata de una de las más corazonadas y respetuosas. Hacer un live action siempre es un desafío, en especial cuando se trata de un personaje con tantos fanáticos y venimos de fiascos como el de "Mufasa: el rey León". Sin embargo, y hablando de manera objetiva, oficialmente estamos ante uno de los mejores live actions de la productora.
Maia Kealoha y Sidney Agudong emocionan siendo Nani y Lilo, dándole una comprensión perfecta a lo que significa esta hermandad para quienes crecimos con ellas dos en dibujitos. Pero, la mayor sorpresa me la llevé con Kealoha y el nacimiento de una estrella que solo puedo definir como: tan joven, tan dulce y tan espontánea que, por si esto fuera poco, logra hacer a una perfecta Lilo llena de inseguridades, inocencia y con un corazón tan puro como suficientemente alegre. Aunque, claro, el espectáculo se da con Stitch, un personaje hermoso que sigue en la memoria colectiva y hoy revive con este live action que recreó esa esencia, esa metáfora de cómo amamos sin intención de lastimar y ese significado de la familia.
La risa, mezclada con el llanto, es una base fundamental que sucederá en cualquier adulto que vea este live action, eso hay que tenerlo en claro incluso antes de entrar al cine. La diversión y la emoción, en especial cuando se desarrolla el significado de Ohana son, más allá de lo que respecta a nivel producción, lo que hace especial esta película. Con esto, se abren las puertas a una enorme ola de nostalgia, montones de risas y momentos conmovedores. Es que, realmente es mágica y dulce en todos sus sentidos.
Es, en definitiva, más allá de lo emotivo, es la primera vez que Disney consigue fusionar realidad con animación y lo hace en un formato que funciona, encanta y es creíble. "Lilo & Stitch", así, se convierte abruptamente en lo mejor de la productora en muchos años.
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