"Take it or leave it": la anormalidad de The Strokes copó el Día 2 del Lollapalooza

Espectáculos

Julian Casablancas y compañía cerraron el segundo día con un show que mezcló temas nuevos, clásicos y perlas de la profundidad de su catálogo. Nicki Nicole pisó fuerte en su debut en el festival.

The Strokes se presentó en condición de artista principal del Día 2 de la edición 2022 del Lollapalooza Argentina. El grupo neoyorquino había tenido el mismo honor cinco años atrás. Aquella noche “Take it or leave it” (“tómalo o déjalo”), el rock & roll rabioso que cierra su imprescindible primer disco “Is This It”, fue el tema elegido para terminar el concierto. Cinco años después, fue interpretada en el medio del set principal, pero su nombre resulta un buen resumen de lo que fue el concierto estelar de la jornada. Julian Casablancas, Albert Hammond Jr. y compañía interpusieron sus grandes canciones y su actitud despreocupada a cualquier cliché en el que la mayoría de los artistas caen cuando tocan ante una cantidad de público de la magnitud de la que se hizo presente el sábado en el Hipódromo de San Isidro.

Y cuando hablamos de canciones, no nos referimos solamente a las mismas de siempre. El show empezó y terminó con temas de su última placa “The New Abnormal”: “Bad Decisions”, inspirada abiertamente en “Dancing with Myself” de Billy Idol, fue la encargada de abrir el juego y, para sorpresa de todos los presentes, la emotiva balada “Ode to the Mets” fue la encargada de cerrar el concierto. Un punto negativo para los estadounidenses fue la floja interpretación de este último tema.

En las 18 canciones de su set, The Strokes combinó clásicos probados como “You Only Live Once”, “Juicebox”, “Someday”, “Reptilia” y “New York City Cops”; temas de altísima factura de su último disco como “The Adults Are Talking” y “Brooklyn Bridge to Chorus”; y perlas que hace años no hacían en vivo como “You’re So Right”.

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Mención especial merece la bella versión de “Razorblade”, con un oportuno arreglo cumbiero en su segunda parte. Y si de cumbia hablamos, hay un detalle que no se puede pasar por alto al hablar de este show. La diversidad de estilos musicales es una de las piedras angulares de este festival y en este sentido se celebra a todo volumen como pasadas las 17 horas, mientras en una punta del predio Litto Nebbia hacia un repaso de canciones que son parte de la génesis del rock argentino, en la otra se podía disfrutar las mieles de una batalla de freestyle. El inconveniente radica cuando la disposición de escenarios y horarios lleva a que los espacios entre temas del show principal de la noche se vean interferidos por los sonidos bailables del ascendente Justin Quiles.

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Si Nebbia es uno de los fundadores del rock nacional, Nicki Nicole es una referente ineludible de la nueva generación de la música argentina. Y en su primera participación en el Lollapalooza, pisó fuerte bajo sus propias reglas: no dudó en tomarse momentos extras entre tema y tema para asegurarse que ninguno de sus fans pasen momentos de zozobra; el montaje de su espectáculo no solo incluyo un numeroso grupo de bailarines sino también invitados de lujo. Para “Venganza”, su declaración contundente contra la violencia de género, la acompañaron miembros de No Te Va a Gustar, mientras para el cierre con “Ya me fui” se subió al escenario Duki. En cuanto a esto último, vale destacar la actitud colaboracionista de la mayoría de los jóvenes de la escena, dejando bien atrás antinomias absurdas que ningún favor le hicieron a la música argentina.

Entre otros de los diversos números de la jornada, no podemos dejar de mencionar la actuación de Doja Cat, quien demostró en su actuación que empoderamiento y sex appeal pueden ir perfectamente de la mano, y el contundente set de El Mató a un Policía Motorizado en la tarde del escenario principal, a cuyo cantante se pudo ver en medio del público más fervoroso durante el show de The Strokes.

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