Cristina Kirchner también repudió la declaración del posible embajador de Estados Unidos: "Lamelas o Argentina"
La presidenta del PJ se sumó al repudio del gobernador bonaerense Axel Kicillof a los dichos del candidato de Donald Trump para representar a los Estados Unidos en el país.
La expresidenta Cristina Fernández de Kirchner arremetió con fuerza contra el embajador propuesto por Donald Trump para representar a Estados Unidos en la Argentina. En un extenso descargo, la líder del kirchnerismo criticó duramente los dichos del diplomático, quien había manifestado su intención de apoyar al presidente Javier Milei, presionar a los gobernadores provinciales para que no suscriban convenios con China y también incidir en causas judiciales en su contra. "Queda claro que, a Trump, al igual que a Milei y al FMI, lo que les molesta es la democracia argentina: les molesta que el pueblo vote a quien quiera", lanzó CFK, dejando en claro su lectura política de fondo.
En uno de los pasajes más punzantes de su mensaje, la exmandataria ironizó sobre el grado de injerencia que pretende tener el diplomático en los asuntos internos del país: “Qué nivel de obsesión bro… Como si no tuviéramos un poder judicial suficientemente teledirigido, nos mandan un NUEVO FISCAL plenipotenciario directamente desde Mar-a-Lago. Lo único que le faltó fue decir que iba a designar tribunales él mismo. Ni MONROE se animó a tanto”, escribió con sarcasmo, evocando la doctrina estadounidense de intervención regional.
A lo largo de su publicación, CFK también puso el foco en las contradicciones del propio Trump y del establishment republicano. “Trump asumió la presidencia estadounidense con 24 cargos criminales” y —según remarcó— “no termina de cumplir su promesa de revelar los nombres de la lista de EPSTEIN en las causas sobre pedofilia, corrupción de menores y abusos sexuales”. En ese contexto, lanzó una frase tajante: “Primero deberían limpiar su casa, antes de opinar sobre la nuestra”.
Cristina fue más allá y dejó un interrogante dirigido al embajador, con nombre y apellido: “Mr. Lamelas habla de vigilar a los gobernadores argentinos elegidos por el pueblo de sus provincias, por corrupción en los proyectos de inversión con China… ¿Vigilará también al empresario argentino asociado con empresas chinas que controla el monopolio de las telecomunicaciones en Argentina y que estuvo festejando el 4 de julio en su embajada?”, cuestionó, poniendo en duda la selectividad de los señalamientos.
En otro tramo, la vicepresidenta apuntó contra el explícito apoyo del funcionario norteamericano al oficialismo argentino. “Lamelas dijo que su misión es apoyar el triunfo de Milei en las elecciones de octubre. Igualito a Kristalina que, desde el FMI, ya blanqueó que los argentinos 'deben votar bien'”, recordó CFK, haciendo referencia a declaraciones recientes de la titular del organismo internacional.
La conclusión de su exposición fue tan filosa como simbólica. “Como verás… la campaña no la hacen los hermanos Milei: la hacen Washington y el Fondo Monetario”, denunció, y completó con una frase cargada de historia política argentina: “Los que verdaderamente mandan en la Argentina de Milei son 'Las Fuerzas del Norte'. Siempre supimos que Milei necesita supervisión y acompañamiento profesional de algún tipo… pero no era exactamente este”.
Finalmente, Cristina cerró con una advertencia de tono épico: “Nada nuevo bajo el sol. Hace exactamente 80 años era Braden o Perón. Ahora es… LAMELAS… o ARGENTINA”.
Este mensaje se suma a otros pronunciamientos críticos como el del gobernador bonaerense Axel Kicillof, quien también repudió al embajador designado en una publicación titulada “Lamelas go home”, donde acusó al gobierno nacional de “humillante sometimiento” ante prácticas “neocoloniales” impulsadas desde Washington. La figura del diplomático, que aún debe ser confirmada por el Senado estadounidense, ya se transformó en el nuevo blanco de las tensiones políticas entre el oficialismo libertario y la oposición peronista.
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