El Gobierno enviará un proyecto para reabrir el canje y reemplazará los títulos de los tenedores

Política

El Congreso deberá decidir si se realiza la tercera reapertura para el 7% de los acreedores que no aceptaron la reestructuración en 2005 y 2010. Además, el Ejecutivo girará otro texto para poder pagar en la Argentina con un nuevo bono los desembolsos al 93% de los bonistas que actualmente cobran desde Nueva York, para evitar embargos.

La presidente Cristina Fernández anunció este lunes que enviará al Congreso nacional un proyecto de ley para abrir un tercer canje de deuda para el siete por ciento de los acreedores de bonos en default que no habían aceptado las reestructuraciones del 2005 y 2010.

Además, la jefa de Estado comunicó que girará al Congreso otro proyecto de ley para reemplazar los títulos que se cobran en Nueva York por otros bonos que serán pagaderos en la Argentina, en dólares, con el monto ya acordado y en los plazos originales

Por cadena nacional, la mandataria consideró que "somos pagaderos seriales y no deudores recalcitrantes, y esto sin acceder la mercado de capitales". 

Con estas palabras se refirió al fallo de la Corte de Apelaciones de Nueva York, que rechazó un pedido del Gobierno nacional respecto a su litigio con los fondos buitres y de esta manera se evita un default técnico.

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En su mensaje, la mandataria consideró que el fallo "ignora o por lo menos minimiza el acuerdo logrado con el 93% de los acreedores que sí aceptaron la reestructuración de la deuda y vulnera la potestad soberana que tiene la Argentina de reestructurar su deuda externa tal como marca la Constitución Nacional y que es facultad del Congreso de la Nación".

Cristina detalló que el 31 de diciembre de 2001 la Argentina defaulteó una deuda de 81.836 millones de dólares. De dicho monto el 49% fue contraído por el gobierno de Carlos Menem entre 1989 y 1999 y el 51% por la gestión encabezada por Fernando De la Rúa entre 1999 y 2001.

"Entre 2003 y 2012 la Argentina ha pagado 173.733 millones de dólares" afirmó la mandataria y aseguró: "más que deudores recalcitrantes somos pagadores seriales y además esto lo hemos hecho con recursos genuinos que hemos logrado a partir de la mejor administración de los recursos del estado, sin acceder a los mercados de capitales".

Esta política de desendeudamiento, explicó, permitió que "la deuda de los argentinos en dólares que en 2003 era del 150% del PBI pasó a representar hoy algo menos del 10% del PBI". La presidente aseguró además que "en pocos días más, el 12 de septiembre, vamos a pagar el Bonar 7 y a partir de ahí la deuda de la Argentina en moneda extranjera va a pasar el 8,3% de su PBI".

"No podemos permitir que nos pongan esta espada de Damocles pendiendo sobre nuestras cabezas" advirtió la mandataria al tiempo que pidió que Dios ilumine a la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos porque además, un fallo adverso, "invalidaría otras reestructuraciones de deuda".

"Estos fondos buitres sólo representan el 0,45% de los acreedores (...) son bonos que fueron comprados recién en 2008, con la deuda ya defaulteada y cuando valían muy poco y la ganancia en dólares sería de más de 1300%, algo que carece de lógica y sentido común", advirtió Cristina.

El fallo de la Corte de Apelaciones de Nueva York avaló otro de primera instancia del juez Thomas Griesa, que le requirió al Estado argentino pagar 1.330 millones de dólares a los acreedores que no entraron a los canjes de 2005 y 2010, aunque el pago por ahora no se cumplirá en forma efectiva hasta que resuelva el máximo tribunal.

Pese a esto, la resolución definitiva se tomaría recién dentro de un año ya que la decisión final la dará la Corte Suprema de Estados Unidos, que debe resolver antes si toma o no el caso. 

Con respecto a los pagos de este año en Nueva York están garantizados y son por US$ 270 millones hasta fin de año.

La corte del Segundo Circuito dijo que el cumplimiento del mandato judicial se mantiene pendiente de que la Corte Suprema de Estados Unidos resuelva una apelación de una decisión anterior.

La decisión de la Corte de Apelaciones supone una victoria parcial para los llamados "holdouts", o bonistas pendientes de pago, que encabezan NML Capital Ltd, una unidad de Elliot Management Corp de Paul Singer, y Aurelius Capital Management.

La presentación de la Argentina, en su apelación, había atacado exclusivamente dos aspectos de la sentencia de la Cámara que confirmaron decisiones del juez Griesa, y que a criterio del país, "afectan cuestiones federales que son las únicas que puede revisar la Corte Suprema". 

Tras la decisión de la Cámara de Apelaciones, el ministro de Economía, Hernán Lorenzino, ratificó la política de "no pagarles a los fondos buitre algo distinto de lo que nos comprometimos a abonar al 93 por ciento que entró al canje" al tiempo que aclaró que a los bonistas que aceptaron la reestructuración de la deuda en 2005 y 2010 se les pagará en tiempo y forma en caso de un fallo adverso de la Corte de los Estados Unidos.

"Es una política que no vamos a cambiar; este fallo nos tira el 2001 por la cabeza", declaró el domingo por la noche Lorenzino en la Televisión Pública, al aludir a la confirmación de la sentencia. 

"El fallo de Thomas Griessa, ratificado por la Cámara, nos trae de nuevo el pasado, un pasado que creíamos enterrado, nos quieren condicionar el presente", dijo el titular de la cartera de Hacienda, quien también criticó el tratamiento de la noticia en aquellos medios que hablaron de "fallo contra el  Gobierno". 




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