Apareció muerto un bebé chino que había sido secuestrado

Fue hallado en Rafael Castillo. Se trata del hijo de una ciudadana china. Ambos habían sido raptados el martes pasado, pero ella fue liberada. Investigan a la ex pareja de la mujer.

Un bebé de aproximadamente 18 meses de edad fue encontrado muerto en un descamapado de Rafael Castillo, en el oeste del Gran Buenos Aires. Se trata del hijo de una mujer de origen chino que había sido raptada junto al pequeño el martes pasado y luego fue liberada.

Fuentes del Ministerio de Seguridad de la Nación indicaron que la Policía Federal está sobre la pista de los asesinos, quienes habrían matado al pequeño en el marco de un ajuste de cuentas por dinero en el que estaría involucrado el padre del chico.

El hallazgo del cuerpo del nene se produjo detrás de una fábrica de ascensores ubicada a la altura de la ruta nacional 3 y García Merou, donde la Policía Científica trabajaba en la búsqueda de pistas que ayuden a la investigación.

El caso se conoció el miércoles pasado, cuando la mujer activó un botón antipánico que el 26 de junio le había brindado la Policía Metropolitana, luego de que denunciara que estaba siendo víctima de malos tratos por parte de su ex marido, con quien trabajaba en el supermercado de dueños chinos "Marianita".

Los efectivos de la fuerza porteña que recibieron el alerta dieron aviso a sus pares de la comisaría 44a. de la Policía Federal, con jurisdicción en la zona, quienes concurrieron a la casa, ubicada en la avenida Juan B. Justo y Dupuy, frente al Polideportivo del club Vélez Sarsfield, arriba del comercio.

Con dificultad para hablar español, la víctima relató que a las 2 de la madrugada cuatro o cinco personas le golpearon la reja, ingresaron a su casa, la redujeron, le vendaron los ojos y la
subieron a un auto, mientras que su pequeño hijo fue llevado a otro vehículo.

Según la mujer, estuvo cerca de seis horas privada de su libertad arriba del coche, hasta que alrededor de las 8 de este sábado la dejaron en la esquina de su casa, pero sin su hijo. Una vez en su casa, la víctima apretó el botón antipánico que había dejado cargando (ya que funciona en forma similar a un celular) y pudo avisar de lo sucedido a la Policía.

Según las fuentes, dos policías de la comisaría 44a. debían estar de consigna en la puerta de la vivienda debido a que la mujer ya había sido víctima de un secuestro y por las amenazas del ex
marido, por lo que se comenzó a investigar si abandonaron la custodia.

Acompañada por su hermano, que sí habla español, la víctima declaró lo ocurrido y dio pistas para que la División Antisecuestros de la Policía Federal realizara allanamientos en busca del niño, según lo ordenó el juez federal Sergio Torres.

La ciudadana china relató los últimos conflictos que mantuvo con su ex esposo y lo acusó de tener vinculación con el secuestro del niño, por lo que la pesquisa desde un principio estuvo
enmarcada en un problema familiar y se descartaron otras hipótesis.

La mujer también contó que llegó al país hace muy poco y que con su marido trabajaban juntos en el supermercado hasta que comenzaron los conflictos de pareja. Hace cerca de un mes, la mujer ya había sido privada de su libertad también con su hijo, pero en esa ocasión ambos habían sido liberados sanos y salvos.

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