Iga Swiatek cayó ante Danielle Collins en el WTA 1000 de Roma
La número 2 del mundo cayó sin atenuantes ante Danielle Collins y encendió las alarmas a días de Roland Garros.
La polaca Iga Swiatek sufrió un cachetazo deportivo este viernes en el WTA 1000 de Roma, donde venía como campeona defensora, al caer de forma contundente frente a la estadounidense Danielle Collins en tercera ronda. El resultado fue categórico: 6-1 y 7-5 a favor de la norteamericana, que aprovechó cada titubeo de la número 2 del mundo.
El revés llega justo en la antesala de Roland Garros, donde Swiatek buscará levantar cabeza. Pero este tropiezo no sólo le duele en lo anímico: la derrota le costará más de 900 puntos en el ranking WTA, provocando que baje del segundo al cuarto lugar, con chances de caer al quinto si Jasmine Paolini termina levantando el trofeo en la capital italiana.
Swiatek, lejos de su mejor versión, lució desorientada durante largos pasajes del encuentro. Errores no forzados constantes, devoluciones flojas y un 2 de 8 en oportunidades de quiebre marcaron una actuación muy por debajo de sus estándares. Su habitual velocidad y movilidad en cancha —una de sus armas más reconocidas— brillaron por su ausencia.
Collins, por su parte, mantuvo la calma, jugó con inteligencia y precisión desde el fondo y supo explotar las grietas del juego de su rival. Con un demoledor parcial de 5-0 en el arranque, incluyendo tres quiebres seguidos, se llevó el primer set casi sin despeinarse. Swiatek sólo pudo recuperar uno de esos quiebres, pero cerró ese parcial con un 0 de 4 en sus turnos de saque.
La ilusión de remontada de la polaca duró poco. Apenas comenzó el segundo set con un quiebre a favor, volvió a ceder su servicio al instante, y Collins retomó el control. Aunque Swiatek logró estirar la definición, salvando un par de match points, la estadounidense no perdonó y cerró el duelo con un firme 7-5.
La caída deja en evidencia el difícil momento que atraviesa Swiatek, que no llega a una final desde hace casi un año y que parece desconectada de su mejor tenis. Ahora, con París a la vuelta de la esquina, las dudas sobre su estado físico y mental se acrecientan.
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