Tras ocho años en el poder, Evo promete desarrollo nuclear

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El mandatario dio un mensaje ante la Asamblea Legislativa. Repasó los logros de su gestión y hubo festejos en la Plaza Murillo de La Paz.

Como ya es tradicional, el presidente de Bolivia, Evo Morales, celebró un nuevo aniversario de su primera asunción con un mensaje ante la Asamblea Legislativa en la que repasó su gestión y los desafíos por venir. Como en los últimos años, el discurso oficial estuvo en línea con el mentado fin de "avanzar en la descolonización y la recuperación de recursos naturales".  Señaló la "buena salud" de la economía,  cuestionó la corrupción judicial, así como la burocracia estatal y prometió el desarrollo nuclear del país.

Morales cumple los ocho años en el poder y ya ha lanzado su campaña para renovar el mandato el próximo 5 de octubre, que lo llevaría a ser el jefe de Estado hasta 2020.

Desde la mañana del miércoles el  vicepresidente y máxima autoridad del Legislativo, Álvaro García Linera, convocó la sesión que finalmente tuvo lugar pasadas las 10 de la mañana y fue seguida por miles de bolivianos en las inmediaciones del Palacio Quemado y el Congreso, en la Plaza Murillo de la Paz. Festejaron también los 4 años del Estado Plurinacional, desde la instauración en la renovada Carta Magna de 2009.

Entre los anuncios, Evo dijo que Bolivia trabajará en el desarrollo de energía nuclear al servicio energético y medicina, lanzó un bono fomento a los mejores de cada curso  y ratificó a 19 de los 20 ministros, que habían renunciado el último martes, como es tradición en Bolivia. el único cambio se produjo en una de las áreas cuestionadas -Justicia- donde Sandra Gutierrez reemplaza a Cecilia Ayllón. Además, se confirmó la creación de un Ministerio de Deportes a cargo del ex futbolista de la selección boliviana Tito Montaño.

El foco de las políticas de Morales ha estado en la recuperación de los recursos propios. Así lo expresó ante la Asamblea: "Yo mismo no puedo creer que estamos todo este tiempo (ocho años). Es la lucha del pueblo y la conciencia del pueblo por nuestra querida Bolivia. Ahora tenemos patria, hemos recuperado nuestro patrimonio, antes estaba en manos de extranjeros".

Dicha política de nacionalizaciones –hidrocarburos, electricidad, telecomnicaciones y minería- ha permitido, según los datos oficiales, que el Estado boliviano controle el 38 % de la economía del país, más del doble de ese magro 15 % de 2006. El PBI, en tanto, creció más de cuatro veces desde que el MAS llegara al poder. El salario mínimo se ha duplicado, pero se mantiene en un valor de solo 1000 pesos bolivianos, poco más de 140 dólares.

Las cuentas refrendan al gobierno -el ingreso per cápita que subió de 1.100 a 2.450 dólares en ese periodo y un desempleo que cayó del 5,2 al 3,2 por ciento- y en las últimas semanas Morales logró cautivar a la esquiva Central Obrera Boliviana, que solía protestar por los bajos niveles salariales. Además, las reservas del Banco Central de Bolivia llegaron a los 14.000 millones de dólares y crecen anualmente.

Los puntos más difíciles de sus ocho años de gobierno han sido sendas protestas civiles por el aumento de precios en los combustibles –a fines de 2010- y por la frustrada construcción de una carretera que atravesara el TIPNIS y que fuera resistida por movimientos indigenistas y ecologistas. Morales reconoce los conflictos y dio marcha atrás, pero en su balance actual habla de "falta de información y mala comunicación" en dichos rubros.

Morales ha cautivado a casi todos, incluso a la tradicional oposición empresaria de Santa Cruz, a la que le facilita inmensos negocios por venir. En las antípodas han quedado los izquierdistas, los indigenistas –paradoja en el gobierno del mandatario indígena- y los ecologistas, muchos de sus antiguos compañeros de ruta.

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