Dos curas del caso Próvolo se negaron a hacer el test de ADN

Sociedad

Los sacerdotes Horacio Corbacho y Nicolás Corradi fueron citados por el fiscal a cargo de la investigación pero ellos se negaron a que les extrageran sangre. En los próximos días se presentarán ante los otros tres hombres imputados en la causa.

Dos curas acusados de abuso de menores hipoacúsicos en el Instituto Próvolo de Mendoza se negaron a que les extraigan sangre para que la Justicia tome muestras de ADN, informaron este martes fuentes judiciales.

Los sacerdotes Horacio Corbacho y Nicolás Corradi fueron citados con este fin por el fiscal a cargo de la investigación, Gustavo Stroppiana, quien decidió citar de a uno todos los acusados, para lo cual levantó la feria judicial.
Ante la negativa de Corbacho y Corradi , tanto el fiscal como los querellantes elevarán el pedido ante el Cuarto Juzgado de Garantías, a cargo de la jueza Patricia Alonso, quien puede ordenar la extracción de las muestras de manera compulsiva.

Instituto Provolo curas abusos Mendoza
Había pornografía infantil en el Instituto Provolo
Había pornografía infantil en el Instituto Provolo
Las fuentes consultadas informaron que se están precisando los hechos de acuerdo a los testimonios de las últimas Cámaras Gesell realizadas, "ya que en algunos casos se han modificado, agregado o descartado hechos, y el apuro del fiscal es ir resolviendo y afinando detalles de la imputación, antes de la audiencia en el Juzgado de Garantías prevista para el próximo 7 de agosto".
En los próximos tres días se presentarán ante Stroppiana los otros tres hombres imputados en la causa: Jorge Bordón; José Luis Ojeda; y Armando Gómez.
La causa investiga el abuso sexual de 25 niños, niñas y adolescentes hipoacúsicos que concurrían al Instituto Antonio Próvolo, ubicado en la localidad de Luján de Cuyo, cercana a la ciudad de Mendoza.
Por el hecho hay seis detenidos, los curas Nicola Corradi (82) y Horacio Corbacho (56), el monaguillo José Bordón (50), el empleado administrativo José Luis Ojeda (41) y el jardinero Armando Gómez (46).
Todos ellos están imputados por "abuso sexual con acceso carnal agravado por la guarda y la convivencia preexistente con menores, en concurso real con corrupción de menores"; mientras que unos meses después se detuvo a la monja japonesa Kosaka Kumiko, acusada de "participación y complicidad en los abusos".







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