Houston vive: el equipo de Prigioni ganó de local y mantiene la ilusión
Houston Rockets, con apenas tres tantos del base cordobés Pablo Prigioni, venció a Golden State Warriors, por 128 a 115, y alargó al menos por un cotejo más la final de la Conferencia Oeste de la NBA, que lideran los Warriors por 3-1.
El dominio ofensivo de los Rockets les permitió tener una ventaja de 22 puntos en el segundo cuarto antes que el base estrella de los Warriors, Steven Stephen Curry, sufriese una caída de espaldas que lo obligó a estar fuera de acción durante 12 minutos.
También se destacó en Houston el ala pivote Josh Smith con 20, mientras que en los Warriors el goleador fue Klay Thopmson con 24 puntos, Curry totalizó 23 y Draymond Green culminó con 21 (15 rebotes).
Ahora los Rockets intentarán de nuevo lograr la remontada como lo hicieron ante Los Ángeles Clippers en la eliminatoria anterior de las semifinales, que ganaron por 4-3.
No obstante, las estadísticas no les favorecen porque hasta ahora ningún equipo que ha tenido desventaja de 0-3 en una serie de la fase final ha conseguido remontar y ganarla.
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