Año clave para la industria automotriz

El economista Maximiliano Scarlan, de la consultora abeceb.com, explica las nuevas condiciones que Brasil está imponiendo a las automotrices y la renegociación del acuerdo con Argentina

A pesar de que la relación bilateral con Brasil es siempre central para la industria automotriz argentina, en la agenda de este año hay tres ítems que lo hacen particularmente sensible. En particular, temas que giran en torno a las condiciones intrabloque para recibir las futuras asignaciones de modelos nuevos, lo que condiciona fuertemente la producción automotriz de los próximos años.

En primer lugar, Brasil puso en marcha el año pasado un plan para cambiar los incentivos de la industria y compensar los fuertes problemas de competitividad que estaban haciéndole perder terreno no sólo en sus exportaciones, sino también en su propio mercado interno.

El programa Inovar auto ofrece un sistema de incentivos basados principalmente en alícuotas impositivas diferenciales que pretende llevar a las empresas, no sólo a producir en Brasil, sino además a aumentar los procesos productivos que se llevan a cabo en el territorio y el contenido regional de autopartes.

Esta cuestión es clave para la industria automotriz brasileña de cara al mediano plazo, pero también es clave para la industria de toda la región, porque si Brasil se transforma en un polo de atracción con más gravitación para las inversiones destinadas al Mercosur o Latinoamérica, las industrias de Argentina en mayor medida o de México (en menor), podrían tener algunos problemas para mantener su inserción regional y por tanto, su escala productiva.

En segundo lugar, el mercado interno en Brasil tendría un 2013 positivo. Este dato no es menor para la industria automotriz de ningún país de la región, pero particularmente para Argentina, ya que el mercado brasilero absorbe 5 de cada 10 vehículos que salen de sus líneas de producción.

Mientras que el año pasado se vendieron en Brasil unos 3,8 millones de vehículos nuevos, nuestras previsiones para este 2013 indican que podrían entregarse unos 3,9 millones, un crecimiento de aproximadamente 3%.

De confirmarse este dato, la expansión del mercado interno brasilero sería algo menor al 4,7% que registró el último año, desaceleración que resulta ciertamente lógica considerando el fuerte estímulo económico que recibió el consumidor brasilero durante todo 2012, a través especialmente de la reducción de las alícuotas del Impuesto a los Productos Industrializados (IPI).

Estas medidas tuvieron un impacto no menor en los precios que debieron pagar los brasileros por sus autos nuevos. De hecho, este es uno de los principales argumentos por el que varios analistas mantienen algunas reservas respecto de lo que sucederá en 2013. Es que, a pesar de que la economía brasilera mostraría un rebote en materia de crecimiento durante este año (se espera una tasa de expansión del PIB en torno al +3,5% frente al +1,2% con que se estima cerraría el 2012), los menores precios podrían haber generado un adelantamiento de las compras, con lo que la demanda podría incluso retraerse a medida que los precios se vayan ajustando a la gradual vuelta a la normalidad de las alícuotas del IPI (en Julio estarían nuevamente en los niveles de 2011).

Con cierta independencia de lo que ocurra finalmente con el mercado brasileño, el 2013 debiera ser un año en el que los vehículos argentinos vuelvan a recuperar algo de la participación perdida en las ventas totales. Durante los últimos años, los vehículos made in Argentina fueron perdiendo terreno aceleradamente en Brasil a manos de coreanos y mexicanos. Sin embargo, el encarecimiento de los vehículos importados (de extra zona) producto del programa Inovar Auto y el acuerdo con cupos que Brasil firmó con México, le otorgarían a la Argentina una cierta ventaja competitiva que podría capitalizar a través de un eventual incremento de las exportaciones.

Renegociación del acuerdo automotriz Argentina - Brasil

Por último, en 2013 Argentina y Brasil deberán volver a rearticular su relación bilateral y las condiciones del llamado "acuerdo automotriz" que define las condiciones de intercambio del sector entre ambos países. Si bien no creemos que las nuevas condiciones que se están discutiendo desde mediados del año pasado vayan a modificar sustancialmente la relación bilateral, sí es probable que cambien algunas cuestiones de forma.

Seguramente la relación bilateral en términos del intercambio comercial automotriz continuará basada en el comercio administrado y el monitoreo de la relación entre las importaciones y las exportaciones de vehículos y autopartes (FLEX). Sin embargo, es probable también que se hagan modificaciones tanto en los parámetros, como por ejemplo, en las exigencias de origen regional, y tal vez también en el FLEX.

Esto no debiera tener un impacto significativo en la integración de ambas industrias y mercados. Pero dado que durante los próximos 5 años el Mercosur tenderá a desarrollarse hacia adentro, al menos en materia automotriz, los términos del acuerdo con Brasil serán muy importantes para la industria argentina, dado que fija las pautas de la integración con el mercado más grande de la región y uno de los mayores del mundo.

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