Eva Anderson: "Nos agobiamos pero el amor sigue intacto"
La modelo, embarazada de 11 semanas, rompió el silencio y aseguró estar "triste" por su reciente separación de Martín Demichelis. "Esta es la primera crisis que afrontamos", afirmó.
Anderson y su hijo
Juntos en Buenos Aires
"Esta es la primera gran crisis que afrontamos. Tuvimos una charla en la que dijimos: ´Paremos un poco; tomémonos un tiempo para ver qué nos pasa´. Si bien entre tanto compartíamos casa, no nos dábamos tantas explicaciones como antes. Pero nadie dijo ´basta, nos separamos, se terminó´. Entre nosotros no hay odio ni terceros, ni escándalos imperdonables”, recordó.
“Ni yo entiendo qué pasó. Hace poco íbamos en un ascensor, nos miramos y nos preguntamos: ¿Cómo llegamos a esto? Soy consciente de que haber tomado esta decisión embarazada dispara millones de elucubraciones", aseveró.
Además, relató que cuando comenzaron los rumores de su separación, ellos estaban mirando televisión juntos. "No nos explicábamos cómo había gente capaz de inventar tanto", recordó.
Luego, consideró que la ruptura de su relación se debió a "los típicos roces de la convivencia" tales como "la intolerancia, celos, algo de orgullo y tal vez una hipersensibilidad" de su parte por la "revolución hormonal".
Sobre su embarazo, la modelo afirmó que ambos querían tener otro hijo: "Sólo nosotros conocemos la verdad y sabemos cuánto deseamos este embarazo, pero tenemos que hacernos fuertes para resistir todo esto¨.
"Este fue el primer viaje de vacaciones largas que hacemos juntos al país donde compartimos a nuestra gente. Desde que nos conocimos estuvimos juntos las 24 horas del día, al punto de llegar a ser una sola persona. En Alemania no salíamos de casa, por el clima y el idioma. En España ampliamos un poco más el ámbito social, pero siempre en pareja", comentó
"Llegamos a Buenos Aires a fines de mayo y ahí comenzaron los problemas. ´Me voy con los chicos a jugar a la pelota´; ´No, quedate conmigo´ o ´Si vos salís, yo me voy con las chicas a tomar mate´; ´No, te quedás´. Como que nos acostumbramos a la dependencia y a la posesión full time. No pudimos manejarlo. Tal vez una terapia nos habría ayudado, pero las cosas no se dieron así", resumió.
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