Invierno crudo y calentamiento global: ¿una contradicción?

Muchas críticas, algunas solapadas y otras explícitas, respecto de la dudosa  vigencia del calentamiento global, se escucharon en todo tipo de medios de comunicación en ocasión de  la ya famosa Nevada del Día de la Independencia anunciada  el día 6 de julio en esta sección (aunque sin detallar áreas, porque los modelos la insinuaban  imprecisamente).

Se formularon muchas explicaciones al respecto sobre el hecho ocurrido pero,  ahora con más calma y con información más elaborada,  se puede afirmar que la nevada y el intenso frio polar  que afectó a todo el país, se debió a un calentamiento extraordinario ocurrido en el Océano Pacífico Sur.

Parece una contradicción pero no lo es.

Observando las imágenes satelitales y las diferentes cartas que se elaboran en distintas partes del mundo, se apreciaba en esos  días lo que en Meteorología se denomina  “bloqueo anticiclónico”.

Cuando esto ocurre en el Hemisferio Sur se observa una deformación de la circulación habitual de los vientos del oeste en las capas medias de la atmósfera (alturas de 3000 a 5000 metros sobre el nivel del mar ) que en estas oportunidades son desviados  hacia el sur  debido a la corriente cálida primero y luego de alcanzar latitudes muy altas cercanas al círculo polar antártico vuelven en dirección  bien definida del sur  a recuperar o sobrepasar , debido a la deformación  creada , las latitudes medias ( los 45 grados de latitud) Esta configuración en el caso del 9 de Julio  llegó a recuperar su dirección oeste habitual  recién en latitudes subtropicales o sea a unos 30 a 28 grados de latitud  aproximadamente.

Al estar la Argentina en el costado oriental de esa enorme  letra griega ¨Omega al revés” recibía directamente el aire proveniente de la península antártica, sin ninguna barrera orográfica que la pudiese  detener.

Estas formaciones de bloqueos son habituales y esas “formas  omegas” se producen siempre, pero en esta oportunidad, el punto de inflexión , el mínimo de la curva , el extremo más meridional, más al sur  de la misma se ubicó a   latitudes mucho más altas que lo normal debido a la intensidad  de la corriente caliente extraordinaria  que deformaba la circulación general.

Quizás no sea fácil de entender esto sin algún dibujo explicativo. Habría que dibujar una enorme letra omega invertida sobre las aguas del Océano Pacifico para poder entender el proceso.

Mientras estas cosas ocurren, los modelos de predicción a mediano plazo anuncian, en un todo de acuerdo con el proceso de calentamiento en marcha, un final de otoño y principios de invierno sumamente cálido tanto para  Canadá y Estados Unidos como para todo el Medio oriente y Europa. (La predicción es para los meses de noviembre, diciembre y enero próximos).



Mientras,  el  desequilibrio atmosférico  continúa y  como es global se presenta en cualquier parte del mundo. Ahora por ejemplo es el turno de Inglaterra que  registra uno de los veranos más lluviosos de los últimos años y las noticias recientes hablan de inundaciones por lluvias extraordinarias.

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