Decile chau al dolor de rodilla: el ejercicio clave para moverte sin sufrir
Quedarse quieto no siempre es lo mejor: en salud, la inactividad puede jugar en contra, sobre todo cuando se trata de la rodilla.
Decile chau al dolor de rodilla: el ejercicio clave para moverte sin sufrir, ideal para tu salud.
El dolor en la rodilla suele ser molesto y puede interferir con la rutina diaria, generando incomodidad y frustración. En temas de salud, lo ideal es mantener un nivel de actividad adecuado, eligiendo ejercicios suaves o deportes que fortalezcan la articulación sin forzarla.
"Estar en movimiento, dentro de nuestras posibilidades, aporta beneficios tanto físicos como emocionales", señala Pablo de la Serna, fisioterapeuta con experiencia en tratamientos oncológicos. "Pero es fundamental adaptar la actividad al origen del dolor y al momento justo", agregó el especialista.
Escuchar al cuerpo y mantenerse activo sin excesos es una estrategia clave para cuidar la salud articular y evitar complicaciones a largo plazo. No se trata de inmovilizarse, sino de moverse con inteligencia y precaución para favorecer la recuperación.
El ejercicio específico para aliviar el dolor de rodilla
Cuando el dolor de rodilla aparece de forma repentina, con hinchazón, moretones o inflamación, lo más importante es frenar la actividad y priorizar el descanso. “En estos casos, conviene aplicar frío en la zona y evitar cualquier movimiento que pueda empeorar el cuadro”, destaca Pablo de la Serna, fisioterapeuta especializado en salud oncológica.
Superada la etapa más aguda, es clave volver al movimiento con ejercicios suaves que fortalezcan la articulación sin exigirla demasiado. Algunos deportes de bajo impacto resultan ideales para recuperar fuerza y flexibilidad sin comprometer la rodilla:
- Natación y gimnasia acuática: el agua disminuye la carga sobre las rodillas y permite moverse con libertad. Es ideal para personas con artritis o molestias crónicas.
- Caminatas: simples y efectivas. Se recomienda empezar en terrenos planos con caminatas de 30 minutos, aumentando gradualmente.
- Yoga y Pilates: mejoran la postura, flexibilidad y fortalecen sin impacto. Siempre deben practicarse con un profesional que corrija la técnica.
- Bicicleta fija o al aire libre: fortalece los músculos sin forzar la rodilla. De la Serna aconseja empezar con sesiones breves de 20 a 30 minutos, tres veces por semana.
- Elíptico: ofrece un entrenamiento cardiovascular que cuida las articulaciones. Comenzar con 15 minutos diarios y aumentar progresivamente.
Además del ejercicio, los parches térmicos pueden complementar el tratamiento. “Ayudan a relajar la zona, disminuyen la rigidez y ofrecen alivio localizado”, indica el especialista. Cuidar la salud de tus rodillas requiere combinar descanso, movimiento adecuado y herramientas complementarias que acompañen el proceso de recuperación.
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