Cristina Fernández le contestó al FMI: "Mi país no es un equipo de fútbol y no será sometido a amenazas"

Política

La Presidente le replicó al Fondo Monetario en la asamblea anual de Naciones Unidas. Ayer, la titular del organismo amenazó con "sacarle tarjeta roja" a la Argentina si no mejora en tres meses las mediciones del Indec.

La presidente Cristina Fernández rechazó este martes la "amenaza" del Fondo Monetario Internacional (FMI) de sacarle "tarjeta roja" si no mejoran las estadísticas del INDEC, al señalar que "esto no se trata de un partido de fútbol" y que la Argentina "es un país soberano que tomará sus propias decisiones sin estar sometido a ninguna presión ni amenaza".

Siguiendo la jerga futbolística, Cristina disparó: "El rol del presidente de la FIFA ha sido más satisfactorio que el del presidente del FMI".

La mandataria le reclamó también al organismo multilateral por qué no hizo "una autocrítica sobre cómo eran las estadísticas de España, Irlanda, Italia, Grecia y Portugal que permitieron que contrajeran deuda", y hoy sufren una severa crisis económica.  "¿Cuáles son los controles, por qué a unos y a otros no?", se quejó.

De esta manera, Fernández salió a responderle a la directora del FMI, Christine Lagarde, quien el lunes había reiterado que la Argentina que tiene tres meses para poner en orden sus estadísticas y evitar la "tarjeta roja" de una censura por parte del organismo.

El Fondo le dio hasta diciembre a Argentina para resolver ese conflicto, "así que tienen la tarjeta amarilla y tres meses para evitar la tarjeta roja", advirtió Lagarde.

Durante su discurso en la 67° Asamblea General de Naciones Unidas (ONU), Cristina afirmó que "la Argentina viene cumpliendo sus compromisos externos y lo vamos a seguir haciendo", por la recuperación económica apoyada en "programas de políticas sociales que nos han permitido el crecimiento más importante de los 200 años de historia de nuestro país".

"No venimos a darle lecciones a nadie porque no somos maestros de nadie, de hecho para algunos somos un mal ejemplo, simplemente venimos a contar nuestra experiencia", afirmó la jefa del Estado en su discurso, en el que destacó que son necesarias "medidas desde el G20 que no se han tomado".

Entre esas medidas mencionó los controles sobre "los movimientos de capitales que un día golpean en un país y luego en otro", y enfatizó que "no seremos economistas pero no somos tontos", porque "son formidables transferencias de ingresos y los únicos perjudicaddos son los ciudadanos que pierden sus trabajos".

Enfatizó que "aunque se quiera multar a la Argentina para que el mal ejemplo no cunda" pero deben entender que "estamos ante un problema político y no económico. Es la política la que no encuentra respuestas y nuevos modelos a los problemas suscitados en la Eurozona".

La jefa del Estado también insistió con el pedido para que Gran Bretaña "se siente a dialogar" por la cuestión Malvinas. "Les fue entregado a cada una de las misiones este cuadernillo en español e inglés acerca de la situación colonial de Malvinas", les dijo Cristina Fernández a los miembros de las Naciones Unidas, para luego afirmar: "Deseo a que se inste al diálogo sobre la cuestión".

"En enero se cumplen 180 años de que el Reino Unido usurpara nuestras islas", relató Cristina, quien acusó: "Son muchas las resoluciones de ONU, del Comité de Descolonización, que le piden a Gran Bretaña que se sienta a dialogar con la Argentina" y no se cumplen.

"No queremos que nos den la razón, sino que se sienten para dialogar sobre soberanía y desmilitaricen el Atlántico", remarcó la mandataria argentina.

Al respecto, consideró que "esto no aporta en nada a la construcción de paz, sino a una de injusticia y desigualdad que afecta las posibilidades de vivir en un mundo más justo y sin violencia. No es una cuestión tan sólo bilateral: es terminar con los últimos vestigios de colonialismo".

Tras pronunciar su discurso ante la Asamblea, la mandataria tiene previsto reunirse con Ban Ki-moon y luego, en lo que será su único encuentro bilateral, con su par de Egipto, Mohamed Morsi.

La reunión plenaria de la Asamblea comenzó con el discurso de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, y luego siguió con la exposición el presidente de Estados Unidos, Barack Obama.

Dejá tu comentario