El Gordo Dan quiso burlarse de la expedición del CONICET en Mar del Plata y se hundió solo
La transmisión científica superó cinco veces en visualizaciones al canal del influencer libertario, quien intentó bajarle el precio a los hallazgos de la ciencia argentina.
La expedición del CONICET al cañón submarino de Mar del Plata no solo está revelando especies inéditas y alertando sobre amenazas ecológicas, sino que también marcó un hito en términos de interés del público: su transmisión en vivo superó ampliamente a populares canales de streaming político.
En particular, la comparación con Daniel Parisini, conocido como “El Gordo Dan”, dejó en evidencia el poder de convocatoria del contenido científico frente a la provocación sin sustancia. El militante libertario e influencer, intentó denostar el interés generado de la expedición con un mensaje irónico y de mal gusto en sus redes sociales.
“PODRÍAMOS HABERNOS VUELTO UN PAÍS RICO PERO LAMENTABLEMENTE APARECIÓ UNA BERENJENA CON SIDA NADANDO EN EL FONDO DEL MAR...”, publicó en su cuenta, en referencia a las imágenes de nuevas especies descubiertas a más de 3.900 metros de profundidad. La respuesta de la audiencia fue inmediata y contundente: su programa quedó aplastado en visualizaciones.
Mientras la transmisión del canal del Schmidt Ocean Institute, que colabora con el el organismo nacional, alcanzó las 366.669 visualizaciones, el stream del Gordo Dan titulado La Misa de Carajo! apenas superó las 70.840 vistas. La diferencia fue de más de cinco veces a favor del contenido científico, que cautivó a usuarios de todo el país con sus imágenes en ultra alta definición desde las profundidades del Atlántico Sur.
La situación generó una oleada de críticas hacia Parisini, cuyo intento de ridiculizar el trabajo de los científicos argentinos no solo falló, sino que fortaleció el respaldo del público al proyecto. En redes sociales, decenas de usuarios compartieron cifras, comparaciones y comentarios que apuntaban al fracaso de su burla.
El fenómeno también impulsó una reflexión más profunda sobre el valor de la divulgación científica. “Que cualquier persona pueda conectarse desde su casa y ver en vivo lo que estamos viendo nosotros, es una oportunidad única”, había dicho días atrás Daniel Lauretta, jefe científico de la expedición. La audiencia le dio la razón: el interés por conocer el fondo del mar argentino superó ampliamente el ruido de la polémica.
En paralelo, la expedición sigue su curso. La transmisión continúa disponible hasta el 10 de agosto y puede verse en vivo desde el canal de YouTube del Schmidt Ocean Institute. Mientras tanto, el impacto social del proyecto sigue creciendo, reforzado por el inesperado contraste con figuras que intentaron subestimarlo sin éxito.
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