River está en crisis y parece haber olvidado su vieja mística
*Los de Núñez atraviesan por un mal momento y no muestran ese estilo exquisito que siempre los caracterizó.
*La sequía de títulos, las lesiones y la situación de Ortega impacienta a los hinchas.
* ¿Dónde quedó aquel River, dónde esta esa mística, podrá reencontrarse con su fútbol? Son sólo algunas de las preguntas que todavía no tienen respuesta.
River down
Parecen lejanas aquellas épocas doradas del prestigioso Club Atlético River Plate, aquellas donde era un deleite para los ojos ver jugar al club de Núñez. Ese River no jugaba al fútbol, jugaba a la pelota. Esa era la diferencia con los demás.
Actualmente afronta una profunda crisis y una sequía de títulos, a la que el público “millonario” no estaba acostumbrado, al menos desde la década del 90, luego de esos fatídicos 18 años vírgenes de campeonatos.
Este River ya no demuestra esas cualidades. Más bien parece un equipo sin alma, que intenta lograr las victorias más por inercia que por otra cosa.
Ya eliminado otra vez de la Copa Libertadores, su máxima debilidad, y casi sin chances en el torneo local, el equipo de Daniel Passarella sufre una crisis que se sostiene y justifica más que nada en el mediocre nivel futbolístico que demuestra, pese a haber gastado fortuna en jugadores de “gran” nivel. Tampoco hay que dejar de mencionar las pésimas gestiones dirigenciales que ya son moneda corriente, algo que afecta, y mucho.
Además hay otros factores que también suman en la ecuación del mal momento millonario, como los lesionados. Ya hace un tiempo que son frecuentes los problemas físicos en sus futbolistas, y este año no es la excepción.
Actualmente son diez los afectados, una enfermería completa. Entre los delanteros están Radamel Falcao García (desgarro), Ernesto Farías y Mauro Rosales (ambos con distensión de ligamentos), jugadores claves si se pretende ganar algo.
La lista de los involucrados la completan Fernando Belluschi (fatiga muscular y un golpe en la cintura), Nelson Rivas (distensión isquiotibial), Paulo Ferrari (distensión de ligamentos), Leo Ponzio (entorsis de tobillo), Juan Ojeda (golpe en uno de sus hombros), Danilo Gerlo y Eduardo Tuzzio (los dos con una contractura en el aductor).
Ante este problema, Passarella optó por utilizar gran porcentaje de juveniles, uno de los pocos aspectos positivos que podemos remarcar en la gestión del “Kaiser”; promocionar a los chicos del club. Andrés Ríos, Augusto Fernández, Sebastián Sciorilli y Mateo Musacchio son algunos de esos nombres.
Pero esto no es todo. El retorno de Ariel Ortega al club no fue lo esperado. Por sus inconvenientes personales, “El Burrito” jugó poco y nada, y tras algunas faltas a los entrenamientos nunca pudo consolidarse en el equipo. Passarella sostiene que todavía no está en condiciones de jugar, y pese a la cantidad de lesionados que hay, no lo pone. Esto produce enojo en el jugador, que dice sentirse bien.
Las aguas están turbulentas en Nuñez, los resultados no llegan y la gente se impacienta. ¿Dónde quedó aquel River?, ¿dónde está esa mística?. Sólo el tiempo dirá si River podrá reencontrarse con su fútbol, con esa vieja idea que significaba ponerse la camiseta con la banda roja al pecho.
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