River sumó un nuevo conflicto con sus socios
River protagonizó hoy un nuevo episodio de violencia luego de que doscientos socios ingresaran por la fuerza a la sede del club, molestos por haberse quedado sin localidades para el encuentro del próximo domingo como visitante ante Tigre, por la décima fecha del Torneo Apertura de fútbol.
Apenas pasadas las 10:00 de la mañana, la entidad de Núñez puso a disposición de los socios las 1.600 entradas populares cedidas por los directivos de la entidad de Victoria.
La comercialización de las localidades marchaba con normalidad, hasta que cerca de las 10:45 empleados del club anunciaron que ya no quedaban tickets.
Fue entonces cuando un grupo integrado por doscientos socios decidió ingresar por la fuerza a la sede de la entidad, indignado por la sospechosa rapidez con la que se habían agotado las entradas.
Con evidente disgusto, algunos de los hinchas se dirigieron al Departamento de Socios y luego de cruzar insultos con los empleados del club, algunos vidrios resultaron completamente destrozados.
De todos modos, lo realmente curioso ocurrió un par de horas más tarde, cuando varios de los hinchas que llevaron adelante la violenta protesta se retiraron a su hogar con una, o veces dos localidades para presenciar el encuentro frente a Tigre.
Fuentes cercanas a la entidad de Núñez le comentaron a la agencia Noticias Argentinas, que se trató de un grupo de 200 hinchas que estaban "muy calientes" porque no podían creer que las entradas se hubieran acabado tan rápido.
"A partir de lo que sucedió se decidió cerrar las puertas del club para evitar nuevos inconvenientes", confió otra de las fuentes consultadas.
De este modo, las puertas de River resultaron una muralla impenetrable para los socios que intentaron ingresar a la institución a partir del mediodía, generando el disgusto de las personas que pretendían hacer uso de las instalaciones.
Por último, uno de los hinchas que estuvo desde bien temprano en las cercanías del estadio Monumental explicó con lujo de detalle la forma en que se comercializaron las localidades.
"Primero vendían dos entradas por cada socio que presentara el carnet, después de algunos minutos empezaron a vender sólo una y enseguida dijeron que ya no quedaban entradas. Lo raro fue que luego muchos de los hinchas que protestaron dentro del club se fueron a sus casas con una entrada", concluyó el simpatizante.
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