Procesaron al motorman Julio Benítez por el accidente en Once

Sociedad

El juez Ariel Lijo, además, lo embargó por 2,5 millones de pesos. El magistrado, sin embargo, ordenó que sea liberado. Está acusado de "descarrilamiento culposo agravado por 105 lesiones, y ocultamiento y sustracción de pruebas".

El motorman Julio Benítez fue procesado por el accidente ocurrido del 19 de octubre pasado en la estación de Once, en el que resultaron heridas unas cien personas. Lo embargaron en 2,5 millones de pesos.

Se trata del conductor que sustrajo y destruyo el disco rígido de la cabina de la formación que impacto contra el andén 2. En la resolución a la que tuvo acceso minutouno.com se descartó que el tren haya tenido problemas de frenado o algún desperfecto técnico.

El juez federal Ariel Lijo dictó el procesamiento pero sin prisión preventiva, por lo que ordenó su liberación. Benítez estaba detenido desde el accidente y quedó procesado por "descarrilamiento culposo agravado por 105 lesiones, y ocultamiento y sustracción de pruebas".

Según la resolución, el juez considera que Benítez es "un eslabón más" en la cadena de responsabilidades y avanzará en la investigación que va más allá de la conducción imprudente del motorman.

Para el juez hubo negligencia por parte de Benitez al conducir la formación "chapa 05", y lo acusó además de haber sustraído el disco rígido de la cabina que quedó prácticamente destruido, ya que era su sangre la encontrada en el dispositivo y en la gaveta que lo contenía, según las muestras de ADN.

El disco rígido fue encontrado en la mochila de Benítez, donde también se hallaron herramientas como destornilladores, una tijera, un cuchillo, una pinza, entre otros elementos.

También se consideró en la resolución la decena de oportunidades en que  Benitez excedió el límite de velocidad en las distintas estaciones que atravesó antes de impactar contra el andén, e ingresar a la estación a 22 km por hora cuando debió haberlo hecho a un máximo de 12 km.

Como consecuencia del accidente se produjeron daños en la formación y en el andén y  se ocasionaron lesiones a 106 personas que debieron ser asistidas y derivadas a distintos hospitales. Entre las víctimas hay una mujer a la que se le extirpó el bazo.

Cuando declaró, Benitez dijo que no lograba recordar el episodio, y con relación a un video en el que se lo veía tomando sol y por el que recibió una sanción, argumentó que fue a modo de protesta.
Benitez, quien se encuentra en el Hospital Ramos Mejía por una intervención quirúrgica en su tabique nasal, recuperará su libertad, ya que el procesamiento es sin prisión preventiva.

Benitez, quien se encuentra en el Hospital Ramos Mejía por una intervención quirúrgica en su tabique nasal, recuperará su libertad, ya que el procesamiento es sin prisión preventiva.

En la resolución quedó demostrado que el impacto del tren fue una consecuencia directa de la conducta del motorman y que esta fue la que produjo la colisión y el descarrilamiento de la formación, con la consecuente lesión de al menos 105 personas y daños en la estación.

Asimismo, el juez Lijo verificó que el mótorman de la formación n° Chapa 5  conducía de manera "consciente y temeraria" y que cuando ingresó al andén n°2 de la estación Once de Septiembre lo hizo a una velocidad de 22 kilómetros por hora sin realizar maniobra alguna de frenado. Por otra parte, descartó que el tren haya presentado problemas de frenado o desperfectos técnicos.

Respecto del video que habría registrado lo que hacía el motorman al momento del impacto, a partir de diferentes análisis de A.D.N. se determinó que Benítez sustrajo el disco rígido, lo guardó en su mochila a los efectos de que no sea secuestrado por el personal policial interviniente y que previamente lo habría inutilizado para ocultar su comportamiento durante la conducción de la formación.

Sin embargo, el juez hizo una salvedad en relación con la responsabilidad del maquinista dejando en claro que "resulta inadmisible que -con el actual sistema de supervisación sobre la actividad ferroviaria, y aún en el hipotético caso de que todos los controles funcionen a la perfección-, se posibilite que una formación de tren con cientos de pasajeros quede librada únicamente al arbitrio de una sola persona, sin que se active algún tipo de control (frenado) ajeno a la voluntad del conductor".

"Es inaceptable que todo el sistema repose en la fragilidad de la diligencia debida del que conduce y que sea el único que cargue con la responsabilidad de los accidentes".

En particular señaló que "debe advertirse la dimensión de riesgos que rodean este tipo de actividad y la sensibilidad de roles que pueden conectar a cada participante con las hipótesis de riesgos posibles por violaciones de deberes indeterminadas. En este sentido resulta imprescindible que cada competencia sea analizada en su universo propio pero considerando el todo que la compone. De lo contrario, se estarían sobredimensionando violaciones individuales de deberes de cuidado y de tal modo, descuidando el marco general donde se inscriben esas violaciones".

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