Toda la verdad detrás de la pelea de taxistas y choferes de app en Aeroparque: qué pasa
Tras la batalla campal, los conductores de taxis sostienen que existe una competencia desleal pese a que las apps de viajes están habilitadas.
Hace una semana, taxistas y choferes de aplicaciones protagonizaron una violenta pelea frente al Aeroparque Jorge Newbery de la Ciudad de Buenos Aires en medio de la eterna puja por quién levanta a más pasajeros desde y hacia la terminal aérea.
Todo sucedió sobre la avenida Costanera Rafael Obligado cuando taxistas echaron a los choferes de aplicaciones que pretendían trabajar en esa zona. Hubo amenazas, empujones, golpes de puños e insultos. “Se tienen que quedar de ese lado ¿Entendieron el mensaje? De ahí no salen más”, se lo escucha decir a un hombre en un video que se viralizó.
Taxistas en Aeroparque: una problemática histórica
La mala imagen de los los conductores de taxis en Aeroparque data desde hace tiempo y surgió luego de que se registraran una serie de violentos robos en terminales aéreas y fluviales. En 2005, gracias a una investigación judicial quedó demostrado que existía una asociación ilícita entre taxistas y funcionarios de la entonces llamada Policía Aeronáutica Nacional (PAN) dedicada a estafar y/o robar a turistas y pasajeros.
Cuando Uber y Cabify comenzaron a operar en Argentina en 2016, los taxistas pusieron el grito en el cielo y respondieron con infinitas protestas reclamando que las aplicaciones de viajes no tenía autorización oficial para funcionar en el país .
Así fue que un año después, en 2017, se instaló en Aeroparque una barrera sincronizada con una cámara lectora de patentes. Este sistema se implementó como parte de un plan de ordenamiento del servicio de taxis, con el objetivo de mejorar la seguridad, controlar el ingreso de vehículos habilitados y combatir prácticas irregulares. La tecnología permitía verificar en tiempo real si los taxistas tenían los papeles al día, y en caso contrario, se les impedía el acceso. Pese a esto, los conflictos siguieron.
Más adelante, en 2021, el Gobierno de la Ciudad implementó un sistema de código QR mediante el cual los usuarios pueden visualizar una tarifa fija para su viaje en taxi dependiendo de la cantidad de equipaje y el destino. Es decir que los taxistas ya no deberían cobrar precios “arreglados” o estimados por el viaje. En la práctica, existe un grupo que todavía no trabaja bajo este sistema.
A su vez, en 2025 se colocaron carteles de pick-up para Uber y Cabify que ayudan a los pasajeros a ubicar fácilmente el lugar de encuentro con sus conductores.
Respecto a Didi, "desde hace unos meses se encuentran en conversaciones con las autoridades del aeropuerto para poder establecer un espacio oficial para el servicio", confirmaron a Clarín.
Desde Cabify respondieron que "los taxistas no son competencia" para ellos, e incluso informaron que de los 45.000 autos habilitados para operar en Argentina, 10 mil son taxis.
"Hubo momentos en que los taxistas de Aeroparque rompían nuestros tótems, fueron muy belicosos y cruentos", recordaron voceros de la empresa según el medio mencionado.
De esta forma, la calle exclusiva para taxis está pegada a las zonas de arribo y partidas y, en paralelo, hay una segunda calle por donde pueden circular los autos de aplicación, remises y combis.
Pese a todas las medidas, los taxistas siguen denunciando una "competencia desleal" alegando que los conductores de aplicaciones esperan la solicitud de viaje detenidos sobre Avenida Costanera.
"No pueden estar parados, estacionados y esperando para agarrar un viaje. Esa es nuestra tarea, que a diferencia de las apps, somos legales, habilitados por el Estado. Las apps con sólo una VTV ya se transforman en servicio público. Es una locura. Nosotros no podemos ir contra la tecnología, pero que al menos se respeten ciertas condiciones", se quejaron los taxistas en diálogo con Clarín.
"Como las dársenas son sólo para subir y bajar pasajeros, entonces se quedan frente al aeropuerto en donde está expresamente prohibido estacionar. Está lleno de carteles de prohibido estacionar. Pero ellos están afincados. Generan un caos permanente. ¿Y la Ciudad? No controla", agregaron.
Cierto es que actualmente cada pasajero puede elegir el sistema de transporte que prefiera teniendo en cuenta sus gustos, beneficios, precios y comodidad.
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