Ramita, el youtuber que hizo de la comida "bajón" un culto
Ramiro Terraza tiene 27 años y no es el típico estereotipo de los youtubers jóvenes que viajan por los mejores lugares del mundo, hablan sobre moda o publican videos que están dirigidos a los más chicos. Rama vive en Turdera, ciudad que pertenece al partido de Lomas De Zamora y le habla a sus casi 70 mil suscriptores desde la pura sinceridad.
Bajoneando por Hay –no está mal escrito, sino que apela al humor– nació con la intención de mostrar dónde se puede ir a comer "cuando estás re loco". ¿Hay público para eso? Hay un público gigante. En el último mes el canal sumó casi 50 mil suscriptores. Y en los más de 50 videos que ya están subidos a YouTube se pueden ver reseñas de hamburgueserías, pizzerías, galletitas, pancherías, choripanes y mucho más.
¿Qué es y cómo nació Bajoneando Por Hay?
Bajoneando Por Hay es la manera que encontré de documentar algo que hacía siempre. Yo soy fotógrafo y me manejo con horarios muy raros. El bajón pinta en cualquier horario y ando siempre con la cámara encima y dije 'voy a empezar a documentarlo' para que a la gente que le pasa lo mismo pueda tener una referencia.
¿Qué se puede ver en el canal?
En los videos se me puede ver a mí yendo a bajonear a lugares muy distintos. A restaurantes como este en el que estoy hoy, a puestos en la calle, en mi casa con cosas que se pueden comprar en el supermercado. Siempre obviamente virado para el lado del humor y poniéndole mucha onda a la edición que es lo que me gusta hacer porque trabajo de eso.
Los primeros videos que aparecen en su canal son de locales que estaban cerca de su casa, pero a medida que se fue haciendo más famoso, los horizontes empezaron a expandirse, dijo en una entrevista a minutouno.com. Algunos de los videos más vistos, por ejemplo, lo muestran en algunas de las pizzerías más importantes que hay en la calle Corrientes, comiendo un "chori cheto" por Palermo o eligiendo al mejor alfajor.
Si bien lo hace por placer, explica que "obviamente" quiere hacer dinero con su canal. Por ahora está haciendo poca plata a través de la plataforma de avisos de Google, llamada AdSense. Sea como sea, cada vez hay más marcas que están interesadas en lo que hace y le mandan productos.
Asegura que en un tiempo podría llegar a vivir de sus videos si se mantiene constante. "Si sigo subiendo dos videos por semana sé que en unos meses eso va a hacer que la cantidad de gente que ve el canal siga creciendo y a que las marcas entiendan que hay contenidos que se están haciendo, pero lleva su tiempo y un montón de esfuerzo. Es un bardo", explica.
Yo no voy a caretearla que no fumo porro porque lo hago y es un problema mío
Aparecer en algunos de sus videos fumando porro podría complicarlo a la hora de generar ingresos, pero comenta que no es algo que le preocupe: "La verdad es que las marcas que se acercaron y me están mandando productos no les molesta. Me lo dejaron en claro. Y las marcas que se acerquen en el futuro van a entender que es una elección mía. Yo no voy a caretearla que no fumo porro porque lo hago y es un problema mío".
Incluso hubo la marca de remeras llamada Uncool Nation decidió enviarle sus productos cuando él se preguntó, en uno de sus videos, quién se interesaría por alguien que fuma marihuana. "Otra es Big Sur. Son marcas que tienen problema en mostrar que apoyan a la despenalización de la marihuana", expresó.
El nombre del canal, incluso, está relacionado con el ambiente de la marihuana. Bajonear es un término que se utiliza mucho cuando alguien va a comer después de haber fumado. "Mucha gente me empieza a seguir en Instagram y ahí sí subo mucho contenido de marihuana y de las cosas que rodean a la cultura y dicen 'Ah, mirá, fuma'. Hasta lo ven más noble", observa.
El problema es que muchas veces eso puede sí jugarle en contra a la hora de subir videos a YouTube por las reglas que tiene la red social: "Una vez en el video de las galletitas, si bien no me penalizó, me puso reestricción de edad porque aparezco fumando porro".
YouTube parece ser un mundo para adolescentes, pero eso está empezando a cambiar y ya hay un nicho para personas más grandes. "El público está, pero no hay tanta gente generando contenidos. Todos los youtubers apuntan al groso de YouTube que son los pibes más chicos. Yo dije 'yo no quiero que me siga gente chica porque yo no quiero ser ejemplo de nada'. Desde un primer momento dije: 'No voy a hablar como hablan en Disney Channel, no voy a usar el dialecto que usan los pibes'. Sabía que hay mucha gente que nuestra edad que no tiene contenido para ver, que son los que fuman porro, que son los que toman birra, que son los que gastan", explica.
Y, sin dudas, tiene razón. Casi 70 mil personas que esperan sus dos videos semanales, que son generalmente usuarios mayores de 18 años y menores de 35, lo confirman.
¿Qué es y cómo nació Bajoneando Por Hay?
Bajoneando Por Hay es la manera que encontré de documentar algo que hacía siempre. Yo soy fotógrafo y me manejo con horarios muy raros. El bajón pinta en cualquier horario y ando siempre con la cámara encima y dije 'voy a empezar a documentarlo' para que a la gente que le pasa lo mismo pueda tener una referencia.
¿Qué se puede ver en el canal?
En los videos se me puede ver a mí yendo a bajonear a lugares muy distintos. A restaurantes como este en el que estoy hoy, a puestos en la calle, en mi casa con cosas que se pueden comprar en el supermercado. Siempre obviamente virado para el lado del humor y poniéndole mucha onda a la edición que es lo que me gusta hacer porque trabajo de eso.
Los primeros videos que aparecen en su canal son de locales que estaban cerca de su casa, pero a medida que se fue haciendo más famoso, los horizontes empezaron a expandirse, dijo en una entrevista a minutouno.com. Algunos de los videos más vistos, por ejemplo, lo muestran en algunas de las pizzerías más importantes que hay en la calle Corrientes, comiendo un "chori cheto" por Palermo o eligiendo al mejor alfajor.
Si bien lo hace por placer, explica que "obviamente" quiere hacer dinero con su canal. Por ahora está haciendo poca plata a través de la plataforma de avisos de Google, llamada AdSense. Sea como sea, cada vez hay más marcas que están interesadas en lo que hace y le mandan productos.
Asegura que en un tiempo podría llegar a vivir de sus videos si se mantiene constante. "Si sigo subiendo dos videos por semana sé que en unos meses eso va a hacer que la cantidad de gente que ve el canal siga creciendo y a que las marcas entiendan que hay contenidos que se están haciendo, pero lleva su tiempo y un montón de esfuerzo. Es un bardo", explica.
Yo no voy a caretearla que no fumo porro porque lo hago y es un problema mío
Aparecer en algunos de sus videos fumando porro podría complicarlo a la hora de generar ingresos, pero comenta que no es algo que le preocupe: "La verdad es que las marcas que se acercaron y me están mandando productos no les molesta. Me lo dejaron en claro. Y las marcas que se acerquen en el futuro van a entender que es una elección mía. Yo no voy a caretearla que no fumo porro porque lo hago y es un problema mío".
Incluso hubo la marca de remeras llamada Uncool Nation decidió enviarle sus productos cuando él se preguntó, en uno de sus videos, quién se interesaría por alguien que fuma marihuana. "Otra es Big Sur. Son marcas que tienen problema en mostrar que apoyan a la despenalización de la marihuana", expresó.
El nombre del canal, incluso, está relacionado con el ambiente de la marihuana. Bajonear es un término que se utiliza mucho cuando alguien va a comer después de haber fumado. "Mucha gente me empieza a seguir en Instagram y ahí sí subo mucho contenido de marihuana y de las cosas que rodean a la cultura y dicen 'Ah, mirá, fuma'. Hasta lo ven más noble", observa.
El problema es que muchas veces eso puede sí jugarle en contra a la hora de subir videos a YouTube por las reglas que tiene la red social: "Una vez en el video de las galletitas, si bien no me penalizó, me puso reestricción de edad porque aparezco fumando porro".
YouTube parece ser un mundo para adolescentes, pero eso está empezando a cambiar y ya hay un nicho para personas más grandes. "El público está, pero no hay tanta gente generando contenidos. Todos los youtubers apuntan al groso de YouTube que son los pibes más chicos. Yo dije 'yo no quiero que me siga gente chica porque yo no quiero ser ejemplo de nada'. Desde un primer momento dije: 'No voy a hablar como hablan en Disney Channel, no voy a usar el dialecto que usan los pibes'. Sabía que hay mucha gente que nuestra edad que no tiene contenido para ver, que son los que fuman porro, que son los que toman birra, que son los que gastan", explica.
Y, sin dudas, tiene razón. Casi 70 mil personas que esperan sus dos videos semanales, que son generalmente usuarios mayores de 18 años y menores de 35, lo confirman.
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