Rodríguez Larreta ganó una muy ajustada elección pero el que festejó fue Lousteau

Política

Tras vencer por más de 20 puntos en la primera vuelta electoral, el candidato del PRO logró este domingo imponerse al de ECO en el balotaje por apenas tres puntos. Una victoria con sabor amargo para las aspiraciones presidenciales de Mauricio Macri.

El PRO logró este domingo retener el Ejecutivo de la ciudad de Buenos Aires y tal como se esperaba Horacio Rodríguez Larreta será el próximo jefe de Gobierno porteño. Sin embargo, se trató de un triunfo con sabor amargo. Muy lejos estuvo el PRO de repetir los resultados en los balotajes disputados en 2007 y 2011 cuando Mauricio Macri logró imponerse en ambas ocasiones al candidato del Frente para la Victoria, Daniel Filmus, con el 60,96% primero y con el 64,25% hace cuatro años y diferencias de más de 22 y 28 puntos respectivamente.

Esta vez Horacio Rodríguez Larreta se impuso con el 51,61%de los votos frente al 48,39% que cosechó el candidato de ECO, Martín Lousteau que quedó a las puertas de lograr revertir la abrumadora ventaja que había obtenido el abanderado del PRO en la primera vuelta electoral celebrada el 5 de julio pasado.

En aquella oportunidad el actual jefe de Gabinete porteño y ahora jefe de gobierno electo había obtenido el 45,55% de los votos frente al 25,47% que cosechó Lousteau. Poco más de 20 puntos porcentuales de ventaja había obtenido el abanderado del PRO en un escenario que se presentaba prácticamente como de "cosa juzgada". Poco más de tres puntos separaron esta vez a ambos candidatos cuando Macri había obtenido márgenes de 22 y 28 puntos en 2007 y 2011.

A tal punto la ventaja parecía irremontable que desde el propio espacio político de Lousteau presionaron, con la puja en las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) del próximo 9 de agosto en el horizonte próximo, para que el ex ministro de Economía de la Nación desistiera de disputar el balotaje. Es que a nivel nacional Rodríguez Larreta y Lousteau comparten un mismo espacio político que dirimirá en las PASO su candidatura presidencial para octubre. En ese camino anticipaban que la puja en la Ciudad podía minar la figurar de su principal precandidato, Mauricio Macri.

A pesar de la victoria pírrica, el líder del PRO pudo festejar. Sin embargo el triunfo no tuvo la contundencia que necesitaba para impulsar su figura de cara a las Presidenciales. En lo que va del cargado calendario electoral que debutó el 12 de abril pasado con las PASO en Salta, Macri no había podido festejar nunca. Apenas si había podido, en virtud de su acuerdo a nivel nacional con la Unión Cívica Radical (UCR), colarse en los festejos de los radicales en Mendoza.

Sus grandes apuestas en Córdoba y Santa Fe para dotar de alcance nacional a una fuerza con un fuerte carácter vecinal como el PRO no prosperaron. En ambos distritos sus candidatos quedaron segundos, y aunque en Santa Fe el PRO estuvo muy cerca de arrebatarle la gobernación al Frente Progresista Cívico y Social, sólo pudo festejar el crecimiento de esa fuerza en la provincia.

Tan cierto es que un solo voto de diferencia bastaba para festejar como que el apretado triunfo en su propio bastión restó impulso a la figura de Macri. De hecho ni Rodríguez Larreta ni su compañero de fórmula, Diego Santilli, hicieron mención en sus discursos a lo ajustado de los resultados.

Por eso la sensación que dejaron los comicios de este domingo es que, si bien ganó Rodríguez Larreta el que festejó fue Lousteau.

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