Se quemó una superficie equivalente a 70 ciudades de Buenos Aires

Sociedad

En dos semanas se quemaron más 1,4 millón de hectáreas en provincia de Buenos Aires, La Pampa y Río Negro.

Luego de dos semanas de incesante labor, brigadistas, bomberos y personal de Defensa Civil lograron controlar "todos los focos" de los incendios que ya consumieron más de un millón cuatrocientas mil hectáreas en el sur de la provincia de Buenos Aires, La Pampa y Río Negro, afirmó este lunes Guillermo Berissone, director del Sistema Nacional de Manejo del Fuego.

Así y para dar cuenta de la magnitud del desastre ecológico la superficie afectada por el fuego equivale a 69 ciudades de Buenos Aires quemadas por completo.

En La Pampa, el único foco activo que queda es el del Parque Nacional Lihué Calel "que en realidad no está dentro del predio del parque, pero esta muy próximo", explicó el funcionario.

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"Esta mañana amaneció con lluvia, un frente importante de agua está cayendo en la región y eso nos da mucha más tranquilidad", señaló Berissone y detalló que "veníamos haciendo una guardia de cenizas que ahora podemos dejar".

"No nos vamos a ir del lugar, vamos a seguir en alerta, pero entendemos que el agua ayuda a cerrar todos los eventos", señaló.

El titular del organismo precisó que el trabajo que queda por hacer es "limpiar las picadas", es decir "hacer la limpieza de forestación que hay entre el límite de un campo y el otro, esto evita que, de haber un nuevo foco, las llamas se vayan propagando de un campo al otro".

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Este tipo de operativos de limpieza de picadas o cortafuegos la llevará a cabo personal de Vialidad Nacional junto con Vialidad de La Pampa, explicó Berissone.

Asimismo, agregó que para combatir el fuego en La Adela fueron necesarios "unos 50 brigadistas, que trabajaron sin descanso con todos los equipos necesarios para lograr controlar los principales focos".

"En esta zona -explicó- no se pueden utilizar aviones hidrantes, mas que tal vez para hacer un camino de escape para los brigadistas, pero todo el trabajo debe hacerse desde la tierra".

En la localidad pampeana de La Adela "el fuego camina a unos 20 kilómetros por hora, es decir que entre que un avión va, recarga agua y vuelve el incendio ya te ganó varias decenas de kilómetros" es por eso que "no aplica el avión hidrante en este operativo, por eso es que la gente no las ve sobrevolar la zona".

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Los incendios que en algunas zonas comenzaron a mediados de diciembre y en otros el último fin de semana del año fueron originados por tormentas eléctricas.

"La tormenta que ocasionó el incendio en La Adela, arrojó unos 1500 rayos en una noche, esto generó 20 focos de incendio, que después se juntaron en tres o cuatro más grandes y por la acción del viento se cruzó al sur de Buenos Aires. Cuando el fuego es extremo no se puede hacer mucho, siempre hay que priorizar la seguridad de los brigadistas", explicó.

El funcionario señaló que todos los operativos que se realizaron partieron de la aprobación de una mesa de incendios que él integra junto al director de Defensa Civil de La Pampa, Luis Clara, y los representantes del Sistema Nacional de Manejo del Fuego de la regional pampeana, Marcelo Moisechuc y de la región centro Carlos Heider.

"Se trabajó mucho en la seguridad del combatiente y debido a ello no hubo personal lesionado, ni quemado", afirmó y destacó "el trabajo, el compromiso y la profesionalidad con la que trabajaron todos los brigadistas".


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