La causa por el crimen de la estudiante chilena, a un paso del juicio oral

Sociedad

La Sala Quinta del tribunal, en un fallo firmado por los jueces Ricardo Pinto y Mauro Divito, ratificó una decisión del juez de primera instancia Luis Zelaya sobre un planteo de la querella.

La causa por el homicidio de la estudiante chilena Nicole Sessarego Borquez quedó a un paso del juicio oral y público tras un fallo de la Cámara del Crimen sobre la situación del único imputado.

La Sala Quinta del tribunal, en un fallo firmado por los jueces Ricardo Pinto y Mauro Divito, ratificó una decisión del juez de primera instancia Luis Zelaya sobre un planteo de la querella, la familia de la víctima.

A través de sus apoderados en la Argentina, la madre de la estudiante trasandina, Shirley Paola Borquez Cáceres, había planteado que previo al pase de la causa a la etapa oral se ahondara en un punto de la investigación.

Se trataba de "ciertas medidas de prueba vinculadas con la actividad de Lucas Ariel Azcona (procesado como autor material del crimen) en las redes sociales de Internet".

El juez Zelaya rechazó el planteo, lo que originó un enrevesado trámite procesal que ahora quedó definitivamente zanjado con la confirmación de la Cámara.

"Consideramos que la decisión del magistrado de la instancia anterior resulta fundada en derecho y ajustada a las constancias de la causa, por lo que corresponde confirmarla", subrayó la Cámara.

Así, el homicidio de la joven, ocurrido en julio del año pasado cuando la joven llegaba a su departamento en el barrio porteño de Almagro, quedó encaminado hacia el proceso oral.

La víctima, de 21 años, cursaba en la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Buenos Aires, como parte de un intercambio estudiantil, cuando en la madrugada del 15 de julio fue sorprendida metros antes de ingresar al edificio de Don Bosco al 4100 de esta capital, donde vivía.

La chica fue apuñalada y murió en el ingreso al inmueble, adonde fue hallada poco después por vecinos.

La investigación transcurrió sin rumbo claro hasta que el pasado 8 de noviembre el padre de Azcona decidió entregarlo, cuando, junto a una de sus hijas, lo reconoció en la filmación de una cámara de seguridad difundida por la justicia.

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