Messi - Riquelme: desconexión sideral en una final para el olvido
Uno venía de menor a mayor. El otro era el goleador del equipo. Uno comenzaba a demostrar toda su magia en la selección. El otro comenzaba a reencontrarse con la gente. Pero…
El poder interior se destruyó con el fútbol brasileño. Perdió el control y también la conexión. Y la magia de Messi-Riquelme se volvió de cartón.
Del cielo, la Argentina pasó al infierno del terror. Sin juego, sin alma, se vio superada por Brasil y cayó sin atenuantes por 3 a 0. El gran sistema de Basile fue quebrado por el planteo de Dungo.
Otra vez Argentina se vuelve con el alma lastimada. A ese mundo tan glotón que te come el corazón. Un retorne eterno al vacío.
Agustín Gigante
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