Industria panadera en alerta: denuncian que los molinos "congelan" las entregas

Economía

El sector advierte que las molineras suspendieron los pedidos hasta después de las elecciones legislativas, en medio de especulaciones por el impacto político y económico del resultado.

La inquietud volvió a encenderse entre los panaderos bonaerenses luego de que se conociera una decisión que cayó como baldazo de agua fría en el sector: distintas empresas molineras habrían optado por interrumpir la entrega de harina y otros insumos clave hasta que pasen las elecciones legislativas nacionales. La versión fue dada a conocer por Martin Pinto, titular del Centro de Panaderos de Merlo y voz fuerte dentro de la Cámara de Industriales Panaderos de la Provincia de Buenos Aires (CIPAN), quien confirmó que existe una orden directa para frenar las operaciones comerciales en la previa a los comicios.

En diálogo con medios del sector, Pinto relató que la advertencia llegó sobre el cierre de la semana, encendiendo alarmas en panaderías de todo el territorio bonaerense. Según su testimonio, las firmas molineras ya comunicaron que a partir de este viernes no despacharán más pedidos hasta después de que se definan las elecciones legislativas nacionales. Al ser consultado sobre el trasfondo de la medida, el dirigente fue tajante: las empresas “están especulando con los resultados y con cómo reaccionan los mercados ante una eventual victoria o derrota del gobierno nacional”. La frase, que no tardó en viralizarse, reavivó el debate sobre el poder que tienen los formadores de precios sobre alimentos esenciales.

“Desde hoy, nos avisaron que quedan suspendidas las ventas hasta la semana que viene”, puntualizó Pinto, quien no ocultó su indignación y lanzó que "siguen digitando si los argentinos pueden comer o no, de acuerdo a cómo resulten los comicios para el gobierno”. Con ese mensaje apuntó directamente contra la posibilidad de que actores concentrados condicionen el acceso a productos básicos como el pan, en un país donde el consumo se derrumba y cada variación económica golpea el bolsillo de los trabajadores.

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El panorama para el sector panadero viene siendo crítico desde la llegada de Javier Milei a la Casa Rosada. Empresarios del rubro coinciden en que se atraviesa una caída histórica de la actividad: el consumo se desplomó, los costos de las materias primas se dispararon y miles de panaderías bajaron sus persianas en el último año y medio. En ese contexto, crece el temor ante un posible nuevo salto en los precios tras el resultado electoral si el oficialismo no sale fortalecido.

En reiteradas oportunidades, Pinto expuso la gravedad del cuadro económico. Había revelado que en los últimos 18 meses cerraron 14.000 panaderías a nivel país. “Producir en Argentina cada vez cuesta más. Soy panadero y solo uso la mitad de las máquinas”, confesó. Además, había descrito un derrumbe feroz del consumo al asegurar que el pan cayó un 50% en ese mismo período.

La postal diaria dentro de los comercios es desoladora. “Se venden un 85% menos. Ya ni siquiera la docena del día anterior al 50% de descuento se vende. Hoy las panaderías producen por pedido, con dos o tres productos básicos, y las heladeras están apagadas porque lo que no se vende se tira”, relató con crudeza el representante del sector. Desde la propia CIPAN remarcan que la crisis se potencia por la escalada incesante en los valores de la harina, la levadura, la grasa y otros insumos esenciales, que subieron en los últimos meses muy por encima de la inflación general, dejando a muchos negocios al borde del cierre definitivo.

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