Lo que no hay que hacer en una entrevista de trabajo
Aciertos y errores que pueden ser decisivos para conseguir un empleo. Las estrategias y los métodos útiles para no convertir una oportunidad laboral en fracaso rotundo.
Llegar tarde: la falta de puntualidad cuando ni siquiera comenzaste a trabajar ya da mala imagen del candidato. Por regla general es recomendable llegar unos 5 o 10 minutos antes de la hora a la que estás citado, para evitar imprevistos que te hagan llegar tarde. Si no se sabe cómo llegar al sitio es mejor informarse antes de salir.
Presentarte mal vestido o sin arreglar: la imagen dice mucho de uno, así que cuando te presentes en una entrevista, tené en cuenta la imagen de la empresa y arreglate conforme a ella. No es necesario ir siempre de traje, esto depende de cada empresa, pero sí hay que procurar mostrar una imagen profesional y fiable.
Ir acompañado: aparecer en la entrevista acompañado de amigos, padres, familiares, novio o novia, da imagen de poca independencia e iniciativa.
Provocar interrupciones: siempre que acudas a una entrevista de trabajo asegurate de tener apagado el teléfono celular, ya que podría sonarte en mitad de la charla, provocando una situación incómoda. En ese momento no hay nada más importante que la entrevista.
Mostrar los nervios, la ansiedad o el estrés: el lenguaje corporal también cuenta para el entrevistador, así que evita cualquier gesto que denote tu estado de ánimo, especialmente si éste es negativo, como morderse las uñas, dar vueltas en la silla, dar golpes en la mesa con el bolígrafo.
Estar pendiente del tiempo: mirar constantemente el reloj da imagen de ansiedad y de que se tienen cosas más importantes que hacer. Relájate y muéstrate confiado.
Mostrar desgana, desprecio o pesimismo: no importa que realmente no sea lo que esperabas o haya cosas que no estés de acuerdo, es importante procurar ser positivo y ver la cara buena de cada situación. Sonríe y procura crear empatía.
Centrarse en el tema económico: la entrevista de trabajo no es el momento adecuado para negociar las remuneraciones ni los salarios. Centrarse demasiado en el aspecto monetario causa una mala imagen ante el entrevistador y puede ser contraproducente. Si es necesario, preguntar, pero siendo discreto y sin parecer ansioso.
Ser descortés: agradecer a la empresa y al entrevistador la oportunidad que te brindan, resaltar los aspectos positivos y dejar de lado los reproches.
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