Ricardo Darín habló por primera vez de la muerte de su hermana Alejandra: "Envidio a los creyentes"

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El actor recordó por primera vez a su hermana Alejandra, fallecida en enero, y habló con crudeza sobre el dolor y el duelo.

A poco de cumplirse cuatro meses desde la pérdida que lo marcó para siempre, Ricardo Darín habló por primera vez con crudeza y dolor sobre la muerte de su hermana Alejandra, quien falleció el pasado 15 de enero a los 62 años, tras batallar contra un cáncer de mama.

El actor, que atraviesa un gran presente profesional con el lanzamiento de la ambiciosa serie El Eternauta, se permitió abrir una ventana a su costado más íntimo durante una entrevista con el diario El País de España, donde evocó a su hermana menor, que además de ser actriz, se desempeñaba desde hacía años como presidenta de la Asociación Argentina de Actores.

Voy a estar en duelo toda mi vida. Era mi hermanita. No tan chica, tenía 62 años, pero era la menor. Crecimos juntos. Fue mi testigo”, reveló Darín, visiblemente conmovido, dejando entrever que el vínculo con Alejandra iba mucho más allá de la sangre.

ricardo alejandra darin

Luego de unos segundos de silencio para contener la emoción, el protagonista de El Secreto de sus Ojos compartió una profunda reflexión sobre lo irreversible de ciertas pérdidas: “De alguna forma, con el tiempo uno puede ir preparándose para la partida de los padres, porque es parte del ciclo natural. Pero la muerte de un hermano más chico es algo que te descoloca. Es como perder un hijo: no hay manera de estar listo para eso”.

Sin vueltas ni consuelos prefabricados, el actor describió con franqueza cómo transita este duelo: “No hay palabras. Ni siquiera las busco. No me sirve. Sé que voy a estar en duelo toda mi vida por ella. Trato de avanzar agarrándome de una liana a otra, como en la selva, para poder convivir con este dolor y con su ausencia”.

Durante el intercambio con el periodista español, surgió un tema que Darín no suele abordar: la espiritualidad. El entrevistador le preguntó si, en un momento así, no envidiaba a quienes tienen fe religiosa. Darín, sin dudar, respondió que sí: “Por supuesto. Me encantaría poder pensar que ahora está en manos de Dios, que se convirtió en un ángel que subió al cielo… pero no me pasa eso”.

Y en una frase tan dolorosa como contundente, agregó: “Envidio a los creyentes porque pueden confiar en que todo esto forma parte de un plan divino. Si yo creyera, estaría tan enojado con Dios por lo que pasó, que casi agradezco no tener fe. Es una suerte para Él que yo no sea creyente”.

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