Los beneficios de los ejercicios isométricos sobre la masa muscular

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Los ejercicios isométricos se basan en mantener posturas fijas durante al menos 30 segundos para potenciar la fuerza y estabilidad muscular.

En 2025, mantenerse activo es clave para la salud física y mental, y por eso los ejercicios isométricos ganan popularidad entre deportólogos y entrenadores. Estos ejercicios consisten en sostener posturas durante al menos 30 segundos. Se pueden hacer en casa sin equipamiento y son ideales para quienes buscan una forma segura y versátil de fortalecer el cuerpo sin impacto.

Expertos destacan que son útiles para distintos perfiles, desde personas en posparto hasta quienes tienen artrosis o poco tiempo para entrenar.

Los ejercicios isométricos que benefician el cuerpo

Los ejercicios isométricos consisten en mantener la contracción muscular sin que el músculo se mueva. Son ideales para rehabilitación y para quienes vuelven a la actividad física, ya que fortalecen sin impactar las articulaciones. También los usan atletas para mejorar fuerza y estabilidad.

La clave es sostener la tensión justa para fortalecer sin dañar las articulaciones. Este tipo de ejercicio activa fibras profundas que protegen la columna y las rodillas, y puede ayudar a bajar la presión arterial en hipertensos leves. Además, mejora la conexión mente-cuerpo y la estabilidad.

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Aunque son fáciles de incorporar, quienes tienen hipertensión sin control o lesiones deben consultar al médico. Se recomienda empezar con 3 sesiones semanales, manteniendo cada postura al menos 30 segundos y cuidando la respiración y postura.

Cuatro ejercicios recomendados

  • Plancha abdominal: Apoyá los antebrazos y las puntas de los pies en el piso, manteniendo el abdomen bien activado y los hombros alineados sobre los codos. Este ejercicio fortalece la zona lumbar y activa el core profundo, que es fundamental para la estabilidad.
  • Sentadilla isométrica en la pared: Con la espalda apoyada en la pared y las rodillas formando un ángulo de 90 grados, esta postura fortalece los cuádriceps y glúteos sin generar impacto. Es ideal para personas con sedentarismo o hipertensión.
  • Puente de glúteos: Tumbado boca arriba con las rodillas flexionadas, elevá la pelvis hasta que rodillas, cadera y hombros estén alineados. Este ejercicio ayuda a aliviar tensiones en la zona lumbar y es muy beneficioso para el suelo pélvico en mujeres posparto.
  • Desplante estático: Dá un paso largo hacia adelante, con ambas rodillas flexionadas a 90 grados y el torso erguido. Trabaja intensamente los cuádriceps, glúteo medio y core, y es útil para mejorar el control neuromuscular en rehabilitación de tobillos.

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