El primer beato de Francisco sería un cura asesinado en la dictadura
Se trata del franciscano Carlos Murias, un joven cordobés inspirado por la teología de la liberación.
Carlos Murias y Gabriel Longueville
Angelelli le dio el trabajo de fundar una comunidad franciscana, junto al francés Gabriel Longueville, en un pueblo de campesinos de La Rioja, pero después del golpe militar, comenzó a recibir amenazas: "La tuya no es la Iglesia en la que creemos". Ambos siguieron con su trabajo y el 18 de julio de 1976 fueron secuestrados y encerrados en la Base de la Fuerza Aérea di Chamizal. Dos días después su cadáver fue encontrado.
Lo que menos se sabe en relación a esta historia es que Bergoglio, según cuenta el padre Miguel La Civita, colaborador de Angelelli, escondió a todos los seminaristas en el Colegio Máximo de los jesuitas, del que era provincial. "No son historias que he escuchado por ahí: lo vi, en primera persona", citan en La Stampa.
Usaban el pretexto del retiro espiritual para poder crearles documentos falsos y así los ayudaban a huir al extranjero. La diócesis de La Rioja puso en marcha la canonización de Murias. Bergoglio la firmó sin dudarlo en mayo de 2011.
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