Detienen a un empresario cercano a Lula por el escándolo de corrupción en Petrobras

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La policía brasileña detuvo este martes en Brasilia al empresario José Carlos Bumlai, cercano al ex presidente Luiz Inácio Lula Da Silva, como sospechoso de haber participado en la trama de corrupción que saqueó a la estatal Petrobras.

La policía federal informó que Bumlai, que había sido arrestado este martes en la capital, ya se encuentra en Curitiba (estado de Paraná, sur de Brasil) para ser interrogado por el juez Sergio Moro, responsable de la investigación de la esfera privada del fraude, que también involucra a políticos protegidos por fueros.
Sin embargo, el magistrado aclaró en la petición de prisión preventiva para el industrial, a la que accedió la agencia de noticias AFP, que "no hay ninguna prueba de que el ex presidente (Luiz Inácio Lula Da Silva) estuviera envuelto en esos ilícitos".
La Fiscalía afirma que Bumlai, un empresario del sector agroalimentario, utilizó los contratos firmados en Petrobras para pagar préstamos a un banco llamado Schahin.
El dinero de los créditos se destinaba al Partido de los Trabajadores (PT, izquierda, en el poder desde 2003), según indicó el fiscal federal Diogo Castor de Mattos.
El principal préstamo que está siendo investigado es de 12 millones de reales (3,3 millones de dólares al cambio actual). Según el Ministerio Público, la deuda fue perdonada y maquillada bajo un "falso pago".
A cambio de la transacción, empresas del grupo Schahin se adjudicaron sin licitación el contrato de operación del navío-sonda petrolero Vitoria 10.000.
El escándalo en Petrobras, que costó más de 2.000 millones de dólares a la petrolera estatal, marcó la convulsionada agenda de Brasil este año. Cada nueva revelación produce una sacudida por sus vinculaciones con la élite empresarial y política del país.
De acuerdo con el caso, las principales constructoras del gigante sudamericano formaron un cártel para manipular licitaciones de Petrobras mediante el pago de sobornos a directivos de la estatal vinculados a partidos políticos, que luego eran distribuidos entre los confabulados.
Además de funcionarios de la petrolera, directivos de empresas e intermediarios de los sobornos -entre ellos el encarcelado extesorero del PT, Joao Vaccari Neto-, son investigados por presunta corrupción legisladores de varios partidos y otros políticos en ejercicio, como el presidente de la Cámara de Diputados, el ahora opositor Eduardo Cunha, y el senador Fernando Collor, presidente de Brasil entre 1990 y 1992.
Las cantidades desviadas por la trama podrían alcanzar los 42.000 millones de reales (más de 11.000 millones de dólares), según valoró la policía federal la semana pasada.

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