Los CEDIN: ¿para qué van a servir?
Si la instrumentación es simple y quien posee estos certificados puede redimirlos por dólares en el BCRA sin mayores complicaciones, servirán para darle liquidez al mercado inmobiliario. ¿Qué quiere decir esto?
- Para quienes efectivamente quieran comprar un departamento o casa con dinero no declarado en el exterior.
- Para los dueños de departamentos a los cuales les estaba siendo difícil vender ya que los CEDIN van a ofrecer sostén a los precios de las propiedades y quizá incluso empujarán los precios ligeramente hacia arriba.
- Para el Banco Central de la República Argentina (BCRA), que tendrá dólares nuevos en reservas, aún cuando no sean propios. Simplemente por el hecho de actuar como "garante" de esos dólares hasta tanto sean rescatados por los CEDIN, podrá contablemente mostrar un número de reservas más elevado.
Pero se imponen tres preguntas:
¿Qué cosa no conseguirán hacer los CEDIN?
- Los CEDIN difícilmente logren estimular el mercado de la construcción. ¿Por qué? Porque desde el momento en que se decide comenzar una obra hasta su finalización pasan entre 1 y 2 años. Y es difícil pensar que alguien comience a construir con la expectativa de canjear la construcción por los certificados convertibles en dólares. Cuando la incertidumbre es alta, 2 años es un plazo demasiado lejano para saber si estos instrumentos siquiera seguirán existiendo.
¿Quiénes son los que más ganan con este instrumento?
- Los que más ganan son las inmobiliarias ya que, cuanto más transacciones, más comisiones para ellas.
¿Cómo será el mercado secundario de CEDIN?
- No creo que se llegue a desarrollar ningún mercado secundario. De este modo, no habrá un desdoblamiento del tipo de cambio. El dueño de una casa o departamento sólo estará dispuesto a ceder la escritura si va al banco con el poseedor del certificado y ahí mismo obtiene los dólares. Nadia va a aceptarlo para ver si después el BCRA efectivamente los convertirá en dólares.
Por último: ¿de qué denominación serán estos títulos? ¿Certificados de 1.000, 10 mil o 100 mil dólares? Si fueran de cien dólares el programa tendría un gran problema de impresión. Y si tienen denominación alta (aún cuando fueran de 1.000 dólares), el incentivo a la falsificación será muy fuerte. Lamentablemente, no es tan sencillo ni barato emitir títulos difíciles de falsificar.
(*) CEO de Carta Financiera S.A. y titular de la cátedra "Comportamiento Financiero" de la Maestría en Finanzas de la Universidad de San Andrés
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