El juez Daniel Rafecas desestimó la semana pasada la denuncia presentada por el fallecido fiscal de la causa AMIA, Alberto Nisman, contra la presidenta Cristina Kirchner y el canciller Héctor Timerman, entre otros, a quienes acusó de urdir un plan para garantizar la impunidad a los acusados de haber perpetrado el atentado contra la entidad judía en 1994.
Desde la oposición política, ávida de ver a la Presidenta perseguida por la Justicia, las críticas no se hicieron esperar y cuestionaron al juez Rafecas por desechar la denuncia aun antes de haber tenido acceso a las miles de horas de escuchas realizadas por la ex SIDE de la mano del ex espía "Jaime" Stiuso.
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De esas miles de horas de escuchas la SI toma aquello que resulta relevante y los transcribe en papel que es remitido a la Unidad Fiscal Especial para el atentado a la AMIA. Luego los fiscales analizan esa información relevante y presentan al juez las transcripciones junto con su denuncia de modo de sustentarla como prueba de su denuncia.
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Así, el juez sólo debe estudiar la evidencia presentada por el fiscal, la única considerada como relevante. El resto, las miles de horas de conversaciones captadas por la SI son consideradas irrelevantes para sostener la denuncia y la eventual causa en que ella puede derivar.
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