En 2007 para Carrió la figura de Macri era "un límite moral infranqueable"

Política

Es difícil volver atrás cuando se trazan límites tan rotundos. Y así lo hizo en 2007 la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, en 2007 cuando en el armado de alianzas de cara a las elecciones presidenciales de ese año se acercó al Recrear de Ricardo López Murphy al tiempo que rechazaba al PRO de Mauricio Macri.

La figura del ahora jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires amenazaba con romper el frente por el cual competiría como candidata presidencial. Dirigentes del ARI y el socialismo se habían mostrado reacios a sumar a Macri, disputa reeditada en los últimos meses pero ahora en el Frente Amplio UNEN, y Carrió trazó en aquel entonces un claro límite que parecía nunca iba a cruzar.

"Macri es un límite moral infranqueable" había disparado en agosto de ese año a pocos meses de las presidenciales en que quedó en segundo lugar sólo detrás de la candidata del oficialismo, Cristina Kirchner. "Está claro que queremos una amplia Coalición Cívica que incluya a muchos sectores, pero que tenga una imposibilidad moral con Macri", afirmaba Carrió mientras López Murphy presionaba para sumar al líder del PRO. Y, por si quedaba alguna duda, enfatizó que "no hay ni una posibilidad" de negociar con Macri.

"No hay ni una posibilidad" de negociar con Macri sentenciaba Carrió a pocos meses de las presidenciales de 2007

Siete años más tarde el "límite moral infranqueable" parece haberse diluido y Carrió acaba de romper con el Frente Amplio UNEN por la negativa de la mayoría de sus integrantes de avanzar en un acuerdo electoral con el PRO.

La duda ahora es su Carrió se sumará al PRO como candidata, por ejemplo, en la provincia de Buenos Aires donde el macrismo no tiene nombres de peso. Por lo pronto en el oficialismo porteño prima la cautela. Ante la innegable capacidad destructiva de Carrió evalúan las ventajas y desventajas de sumarla.

Montenegro aseguró que "el PRO no puede cerrarle la puerta a nadie" y admitió que podrían sumarla

Por lo pronto el único que aventuró la posibilidad de seguir adelante con un acuerdo electoral fue el ministro de Justicia y Seguridad porteño, Guillermo Montenegro, quien admitió este jueves que "la posibilidad de que otra gente de otros espacios venga a compartir con nosotros, incluso manteniendo su posición dentro de su espacio, no me parece mal".

Aseguró que es importante "ir escuchando a todos", y afirmó que el PRO no puede "cerrarle la puerta a nadie". "Si ella (Carrió) entiende la misma visión política que tenemos nosotros para la construcción del futuro de nuestro país, podríamos confiar en ella", sostuvo.

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