Familiares de Luciano Arruga toman el destacamento policial
A casi 5 años de su desaparición, exigen que se completen los peritajes antropológicos forenses del lugar en el que fue torturado y golpeado el joven de 16 años en Lomas del Mirador.
Desde las primeras horas de la mañana del jueves, los familiares y amigos de Luciano Arruga –el joven de 16 años que fue desaparecido hace ya casi 5 años por la policía -acampan y toman el destacamento policial de Lomas del Mirador (Indart 106), en el barrio 12 de octubre. En diálogo con minutouno.com, la hermana de Arruga, Vanesa Orieta, explicó que exigen por "el derecho a saber qué pasó y dónde está Luciano, que se termine el peritaje antropológico forense que empezó con el georadar que detectó movimiento de tierras hace ya dos años, y que, una vez terminado, se expropie la casa y la entreguen a la familia para que trabaje el problema de la violencia institucional".
El presidente de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos de La Matanza -que proporciona el abogado a la familia-, Pablo Pimentel, dialogó con este medio y explicó que "hay pruebas suficientes para saber que allí hay restos y estuvo Luciano, luego de que un georadar detectara señales, y el equipo antropológico debería hacer una excavación allí". Además, indicó que la vigilia iniciada en el lugar es "por tiempo indeterminado". En febrero lograron que la causa pasara a la justicia federal –a cargo del juez Juan Pablo Salas- y que la causa pasara de "Averiguación de paradero" a "Desaparición forzada de persona".
Pimentel indicó que la vigilia se realiza en el garaje del lugar, para no dañar ni contaminar posibles pruebas de las zonas implicadas en el hecho. También señaló que, si bien 12 gendarmes llegaron al lugar en la mañana del jueves y se produjo cierta tensión, se resolvió sin mayores inconvenientes puesto que la querella solicitó que Gendarmería custodie la zona para que la Policía no pudiera dañarlo.
Por otro lado, la APDH presentará esta tarde "un pedido para usar el lugar y que sea entregado a la familia para actividades culturales", confirmó Pimentel. Desde las 15 del jueves, los familiares convocan a vecinos de la calle Indart y a medios para una conferencia en la que informarán los pasos a seguir y las actividades que harán.
El 31 de enero de 2009, a la madrugada, fue la última vez que vieron a Luciano Arruga. Según testigos protegidos que han declarado en la causa, estaba ensangrentado y era golpeado por la Policía. No era la primera vez. Desde hacía al menos un año y medio –su primera detención había sido en septiembre de 2008- la Policía local –que controlaba el barrio desde el destacamento que inaugurara la municipalidad de La Matanza en 2007 para imponer "seguridad" en la zona- lo amenazaba en forma constante. Lo golpeaban e insultaba. Y le pedían que robara para ellos.
En 2008 estuvieron presentes la madre y la hermana de Arruga. Por esa experiencia –sumada a las denuncias sobre los aprietes policiales que sufría y relataba Luciano- en la madrugada de enero de 2009 en que desapareció, fueron a buscarlo de inmediato a esa dependencia. No estaba. La Policía deformó las denuncias, realizó amenazas, plantó falsos testimonios telefónicos y limpió las pruebas: el destacamento –que desde el inicio fuera denunciado por la familia- funcionó hasta dos años después de la desaparición. Y los ocho policías implicados en la causa siguieron en funciones.
Por estos días no agotaron aún las investigaciones. El tiempo –que prosiguió a la limpieza- continúa borrando huellas. Cambiaron la fiscal inicial, Rozana Castelli (UFI Nº7) –que puso a la policía local implicada en el caso a investigarse a sí misma-, pero no terminaron de realizar todas las pericias. En algunas de ellas –explica Pimentel-. que encargó la actual fiscal Cecilia Cejas, los perros hallaron restos en el destacamento y en un patrullero, entre otros elementos.
En el lugar acampan los familiares bajo una consigna: "No podemos esperar más, tenemos derecho a saber".
Por Brian Majlin
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