La nueva conducción de la CGT recibe a diputados para preparar el rechazo a la reforma laboral

Política

El encuentro está previsto para este martes a la tarde en la sede de Azopardo. El objetivo es acordar una línea de acción antes de que el Gobierno avance con el envío del texto al Congreso.

La nueva conducción de la CGT recibirá este martes, a las 16, a los 8 diputados nacionales de extracción sindical para definir una estrategia dirigida a frenar los puntos más resistidos de la reforma laboral de Javier Milei. Y programará una serie de reuniones con gobernadores para pedirles apoyo de sus legisladores en el Congreso.

El objetivo del encuentro -que será en la sede histórica de Azopardo- es acordar una línea de acción antes de que el Gobierno avance con el envío del texto al Congreso.

La decisión se tomó este mediodía durante una reunión de la mesa chica, encabezada por el flamante triunvirato conformado por Octavio Argüello (Camioneros), Jorge Sola (Seguros) y Cristian Jerónimo (Vidrio). Allí, los dirigentes analizaron las propuestas que el Consejo de Mayo viene discutiendo con cámaras empresarias y equipos técnicos.

Ante esa situación, está previsto participen del encuentro de este martes los diputados sindicales, como Sergio Palazzo (La Bancaria) y Mario Manrique (SMATA), junto a los abogados cegetistas que participan de las rondas técnicas del Consejo de Mayo.

"Tenemos que pensar delicadamente cada paso que damos. No tenemos golpes para malgastar", le dijo una importante fuente de la nueva conducción cegetista a InfoGremiales.

La idea es cerrar filas y presentar alternativas. En eso trabajan diferentes grupos en diferentes espacios, por ejemplo en la conducción del PJ Nacional y abogados laboralistas. También algunos gobernadores en contacto permanente de la CGT.

En la previa, Jorge Sola y Cristian Jerónimo, se cruzaron con el ministro del Interior, Diego Santilli, en la conferencia industrial de la UIA- Allí el flamante funcionario libertario les anticipó que iban a ser convocados por el Gobierno para conversar sobre la reforma laboral. Sin embargo eso no ocurrió hasta el momento.

Los antecedentes en este sentido no son positivos ni alentadores. Son varios los gremialistas que recuerdan que en ese mismo lugar de la gestión libertaria Guillermo Francos solía generar expectativas de diálogo similares, pero después sus iniciativas no encontraban ni el plafón ni el respaldo suficiente en el triángulo de hierro.

En tanto que en los sectores más duros creen que habilitar la discusión puede terminar con el avance sobre derechos adquiridos. Es la fracción que plantea que no hay nada que negociar.

En un punto intermedio, Jerónimo advirtió: “Si quieren discutir, discutamos todo, una negociación laboral con más derechos, no con menos derechos; discutamos el reparto de ganancias”.

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