Afirman que "el poder político debe conducir a la Policía"
El ex ministro y el ex subsecretario de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, León Arslanian y Marcelo Saín, hablaron de la necesidad de un cambio en la policía con la reconstrucción de la soberanía política.
El ex ministro y el ex subsecretario de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, León Arslanian y Marcelo Saín, coincidieron en que, a partir de las huelgas de policías que se dieron en todo el país seguidas de robos y saqueos, es necesario hacer una reforma de la fuerza para que sea conducida por el poder político.
"Acá hay que hacer la reforma policial o hacer la reforma policial, no queda ningún otro camino. La policía sigue siendo napoleónica, autogobernada. Si no se la descentraliza, si no se la democratiza de una buena vez, esto es el cuento de nunca acabar. Hay que terminar con esta rémora perversa de oficiales y suboficiales, y de un jefe de policía y una cúpula policial que no representan a nadie y que sólo defiende intereses personales", afirmó Arslanian en una entrevista que publica el diario Página/12.
En tanto, Saín, que también fue
titular de la Policía de Seguridad Aeroportuaria, habló de un doble pacto que
se empieza a agrietar. "La principal responsabilidad es el desmanejo
político de la policía. Esta policía no es el resultado del espíritu santo. Es
la policía de esta política. Acá hubo 20 años de un acuerdo tácito de que los gobiernos delegaran el poder de la gestión de la seguridad pública a las policías y éstas gestionan la problemática criminal, en
algunos casos incluso participando en el crimen".
"Este doble pacto es lo que se empieza a agrietar. Y ahora, cuando se quiebra ese doble pacto, no hay resto político para enfrentar el tema, porque al darle el gobierno de la seguridad a la policía, nunca se construyó capacidad de gestión política", añadió.
En cuanto al pedido para que se sindicalice la policía, ambos expertos se mostraron a favor de esta posibilidad siempre que no tengan derecho a huelga ya que tienen que velar por las vidas y bienes de las personas.
"La sindicalización tiene que ver con la formación de los recursos humanos policiales, con los derechos y obligaciones de los policías, con la salubridad y la higiene de los que ejercen la profesión. Esto no significa que los policías tengan los mismos derechos que un trabajador portuario, pero sí que tengan una representación genuina, que pueda sentarse a negociar con los gobiernos temas tales como los salarios, las condiciones laborales. Y que puedan discutir los modos de organizaciones de las fuerzas de seguridad; no puedo decir que son medievales, pero sí que son napoleónicos en la mayoría de las provincias argentinas", opinó Arslanian.
Por su parte, Saín concluyó: "Ese debe ser un punto de llegada, la conversión del empleo policial en un trabajo. Hay un abordaje esquizofrénico del Estado y de la política con relación a los policías. No podemos tener policías con doble empleo. Tiene que haber un nivel salarial que imponga la exclusividad. Si no, no hay profesionalización y desempeño eficaz de las tareas. Las condiciones materiales de trabajo hay que revertirlas. Y hay que permitir el derecho a futuro a la agremiación y a la negociación colectiva, no así el derecho a huelga. La sindicalización tiene que ser pensada en el marco de un cambio mucho más integral en la policía".
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