A 10 años de Cromañón, ¿quiénes son los principales responsables?
El poder político y el económico otra vez, se las ingenió para matar gente.Se trata de personas con nombre y apellido, conscientes de sus actos pero que no se los reconoce socilamente como delincuentes.
¿Quiénes son los responsables políticos y económicos de la Tragedia de Cromañón?
Aníbal Ibarra: fue el jefe de Gobierno porteño durante la masacre y luego fue destituido. Hoy está en plena campaña para ocupar el mismo cargo en 2015.
Entre la multiplicidad de cuestiones que responsabilizan a Ibarra de lo que ocurrió en Cromañón, se encuentra específicamente que el esquema organizado por Ibarra para controlar, no controlaba porque fue pensado, justamente, para que no controle. ¿Por qué? porque el negocio de la noche era la caja de recaudación política más importante de la Ciudad de Buenos Aires.
El 10 de diciembre de 2003 Juan Carlos López fue designado por Aníbal Ibarra responsable de la Secretaría de Justicia y Seguridad Urbana.Sus funciones incluían ejercer de manera integral el poder de policía. Así,debió asegurarse de la implementación de un sistema eficaz de inspección previa, periódica, integral y efectiva, que prevenga los incumplimientos a las normas y sancione sus violaciones. A lo largo del 2004 fueron reiteradas las alertas sobre la situación general de los locales bailables.Todas fueron desoídas.
El máximo responsable económico de Cromañón, también tiene nombre y Apellido: Rafael Levy, el dueño de Cromañón. Es, nada más ni nada menos, el que mandó a cerrar con candado la salida de emergencia, lo que impidió la evacuación del público y lo convirtió en una trampa mortal.
Como si eso fuera poco, Levy, mandó construir una cancha de fútbol en la azotea del local, tapando así ocho ventilaciones que había en el techo. Él mandó a retirar las cuatro ventilaciones (turboextractores) que se ubicaban en una de las paredes del local, para reducir el sonido que, al salir del boliche, molestaba a los huéspedes de su hotel.
Pese a que el local "República Cromañón" estuvo funcionando nueve meses, nunca se firmó contrato alguno. Así, Levy siempre conservó el poder real sobre el local. Chabán no era ni dueño, ni inquilino, ni empleado. Chaban se encargaba de convocar a las bandas, preparaba el sonido, las luces, la publicidad, el local, las barras. Pero nada podía hacer o dejar de hacer sin el consentimiento de Rafael Levy.
El mismo Rafael Levy que participaba en diversos negocios, incluido Cromañón, a través de empresas off-shore como Nueva Zarelux y Lagarto Sociedad Anónima. Así, mediante sociedades fantasma de su propiedad, ha lavado millones de dólares obtenidos de forma ilícita.El mismo Levy que continuó haciendo turbios negocios en el post Cromañón, y que fuera denunciado por organizaciones sociales por sostener un taller clandestino bajo el subsuelo de Cromañón -que siguió activo hasta meses después de la masacre-. El mismo Levy que es propietario, entre otras, de la casa de explotación sexual Cuatro Cats, en la misma manzana de Cromañón.
A 10 años de la masacre, mientras Ibarra se candidatea para dirigir nuevamente la Ciudad de Buenos Aires, Rafael Levy fue condenado como autor penalmente responsable del delito de Incendio culposo calificado por haber causado la muerte de 194 personas y lesiones por lo menos de 1.432, a la pena de, tan sólo, cuatro años de prisión.
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