La tripulación de Greenpeace sigue retenida en Rusia
El "Arctic Sunrise" está varado por posibles acusaciones de piratería. En la Argentina exigen la liberación de Camila, la activista de 21 años.
Mientras, Mijaíl Kreindlin, empleado de la oficina moscovita de Greenpeace, explicó que se puede seguir el posicionamiento del barco a través de satélites.
Calificó de ridículos los cargos de piratería y realización de estudios científicos ilegales que podría afrontar la tripulación del "Arctic Sunrise", algo a lo que apuntan el Servicio Federal de Seguridad (FSB por sus siglas en ruso, el antiguo KGB) y el Comité de Instrucción ruso.
"Conforme al artículo 227 del Código Penal ruso, la piratería es un asalto con el uso de la fuerza, lo que no fue el caso", dijo en referencia al intento de los activistas de atarse a la plataforma Prirazlómnaya del monopolio ruso Gazprom en protesta contra la extracción petrolífera en la instalación.
En el mismo sentido se han manifestado los abogados de la ONG y la empresa jurídica "Sokolov, Máslov y Socios", que catalogaron de violación del derecho la detención de los activistas.
Según un análisis jurídico realizado por dichos especialistas, no hay motivo para acusaciones formales dado que el rompehielos no cruzó la llamada "zona de seguridad" alrededor de la plataforma ni tampoco hay pruebas de que los equipos hallados por la patrulla rusa en el barco se hayan utilizado para estudios científicos.
Mientras, al menos 200.000 personas han firmado en internet una petición de Greenpeace para liberar a los 27 activistas, según Favórskaya, que añadió que en un total de 35 países se convocan piquetes de protesta frente a las embajadas rusas.
Moscú entregó el miércoles al embajador de Holanda una nota de protesta por lo que calificó de "acciones provocativas que amenazaban las vidas humanas y que podían acabar en una catástrofe ecológica" por el rompehielos bajo la bandera neerlandesa.
Lo hizo un día después de que la guardia de fronteras rusa abriera fuego de advertencia contra el "Arctic Sunrise" después de que activistas de Greenpeace partiesen del rompehielos en lanchas neumáticas hacia la plataforma Prirazlómnaya de Gazprom para atarse a ella.
Gazprom planea comenzar la producción de petróleo en esa plataforma en el primer trimestre de 2014, lo que, según la ONG, aumenta el riesgo de que se produzca un derrame de petróleo en un área que contiene tres reservas naturales protegidas por la propia legislación rusa.
A finales de agosto, el mismo rompehielos fue interceptado por la guardia de fronteras rusa en la ruta del Mar del Norte, donde los activistas de Greenpeace intentaron llevar a cabo otra acción de protesta contra la exploración geológica de las regiones del Ártico de cara a la extracción de petróleo.
Las autoridades rusas indicaron que la ONG no tenía permiso para usar la ruta del Mar del Norte, y el Ministerio ruso de Exteriores acusó a los organizadores de la expedición de haber violado la legislación rusa.
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