"Bienvenidos al infierno": así recibe la policía de Rio de Janeiro a los turistas
La Policía Civil de Río de Janeiro comenzó una huelga en protesta por la falta de recursos para realizar sus tareas, los salarios adeudados, la escasez de gasolina para las patrullas y helicópteros de apoyo, agua y papel higiénico, informó el Sindicato de los Comisarios de la Policía (Sindelpol) de la capital carioca.
Asimismo, un grupo de policías y bomberos se instaló en el aeropuerto con un cartel en el cual le avisaba a la gente que "la prioridad de la policía es la gente", pero que "la prioridad del gobierno son los Juegos Olímpicos".
El presidente de Sindelpol, Rafael Barcia, dijo que la policía esta "en una situación límite" y que no puede realizar ninguna investigación por falta de elementos, además de que no puede utilizar el helicóptero para perseguir delincuentes, que algunas patrullas están paralizadas por falta de mantenimiento y combustible, y que solo tres de los seis blindados de la Policía Civil funcionan.
En la tarde del sábado pasado una doctora de 35 años fue asesinada durante un asalto cuando viajaba en su auto en la Línea Roja, la única vía que conecta el aeropuerto internacional de Río con el centro de la ciudad, en tanto que horas después fue ultimado el teniente Denilson Theodoro de Souza, de 48 años y padre de dos hijos, quien recibió varios disparos cuando intentó evitar el asalto a una persona mientras iba en su auto.
Hace dos semanas, la regatista paralímpica australiana Liesl Tesch y su fisioterapeuta fueron asaltadas a punta de pistola en la zona del barrio de Flamengo, al igual que tres integrantes del equipo español de Nacra 17, que fueron asaltados en el barrio de Santa Teresa, uno de los más turísticos de la zona sur de Río.
A su vez, hace un mes, el ex futbolista brasileño Rivaldo aconsejó a sus seguidores en las redes sociales que no visiten la ciudad de Río, sede de los próximos Juegos Olímpicos, por el peligro de muerte y la inseguridad a la que estarían expuestos en las calles cariocas.
Lo que se lee ahora
Dejá tu comentario