Nazarena Vélez, destrozada por no poder ver a su hijo

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La vedette rompió en llanto frente a las cámaras y reclamó poder hablar con Gonzalo, el mayor de sus hijos, quien lleva meses viviendo con su padre, Daniel Agostini.

Nazarena Vélez se desmoronó este jueves frente a las cámaras del móvil de "Intrusos" a raíz de la complicada situación familiar que vive con su ex pareja, Daniel Agostini, quien hace meses que le impide ver al hijo que tienen en común, Gonzalo.

"Les pido a todos los que son mamás y papás que se pongan dos minutos en el lugar, primero, de Gonzalo, de no saber qué pasa, de no tener contacto. '¿Qué pasa con mamá? ¿Mamá está enojada?', y después pónganse dos minutos en mi lugar, de no poder abrazar a mi hijo, de no poder darle un beso simplemente porque el papá así lo decidió", logró articular la vedette antes de romper en llanto en el programa de Jorge Rial.

"Yo antes de salir de casa te escuché que decías: 'Esto no es un secuestro' y es verdad. Tal vez uno usa palabras en un momento de dolor, porque yo lo estoy viviendo como un secuestro. Ayer el doctor (Vera, abogado) me explicó perfectamente que es una apropiación ilegítima, de hecho. Entonces para mí es un secuestro. Si vos te estás apropiando de algo y no corresponde, me estás privando... Yo lo único que le pedí, y que pido y que suplico, y que le decía ayer al abogado, es que yo quiero ver a mi hijo", lloró la vedette de "Los Grimaldi".

"Quiero darle un beso y sé que mi hijo me quiere ver porque me lo demostró el otro día. No estuvo bueno lo que hice de ir a la casa y romper un auto, me hago cargo de absolutamente todo, pero yo estoy en carne viva. No es ira, es dolor lo que a mí me mueve. Es instinto, es como que a vos por dos semanas no comas y después afanes algo. Mi cuerpo no vivió nunca una cosa igual. Mi vida, mi cuerpo necesitaba abrazar a mi hijo. Es como estar en el desierto y tener sed. Tenía la necesidad", señaló la rubia muy convulsionada sobre su ataque a la casa de su ex.

Vélez aclaró que falló en todos sus intentos de hablar por teléfono con su hijo de 12 años, pero dejó entrever que no volverá a presentarse en la casa de Ciudad Evita donde Gonzalo vive con Agostini, su nueva mujer y el hijo de ambos. "Habla Fabián porque no estoy en condiciones de dialogar, claramente, porque me atienden y me dicen: 'No te lo paso', y arranco con un rosario de puteadas que no está bueno. Yo no tengo contacto con mi hijo", señaló Vélez.

"Yo digo que es mi bebé pero yo sé que no es un bebé, que tiene 12 años y es el que va a decidir, pero, ¿sabés que pasa? Yo me separé de su papá hace más de siete años y durante todo este tiempo Gonzalo fue y es un nene feliz y jamás me hizo ningún planteo. Entonces, yo no puedo... si no hablo con él media hora, no puedo saber lo que le pasa", expresó entre sollozos.

"Si yo me junto en una esquina, en un bar, con el papá en otra mesa, y Gonza me dice: 'Má, me quiero quedar con papá', yo lo voy a abrazar, lo voy a besar y le voy a decir: 'Está bien, papito, está bien'. Pero necesito abrazar y escuchar a mi hijo", agregó.

"Cuando lo abracé el otro día a través de las rejas y todo el escándalo, Gonzalo temblaba y me abrazaba y yo le hablé en el oído: 'Gonza, vos declares lo que declares, mamá siempre va a estar. Siempre. Yo te amo', y fue en el único momento en el que sonrió", declaró Vélez.

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