Yoga: tus hijos también pueden ir
*Un arte que no sólo es para grandes. Les permite relajarse, concentrarse y les enseña a respirar adecuadamente.
El yoga ya es un arte muy utilizada en Argentina, tal es así que, según
Alicia explicó que a sus 2 hijos (una nena de 7 años y un nene de 10 años) les hizo “muy bien”. Ella comentó que no los envió a estas clases por su cuenta porque no sabía siquiera que existiera el yoga para chicos ni que podría servirles para algo.
Todo empezó porque a su hijo, quien juega al rugby, le dolía la cabeza. En ese momento su pediatra le explicó que podían ser problemas de cervical y que el nene necesitaba ejercicios más tranquilos que lo relajaran y les recomendó una profesora de yoga.
“Salían con aires renovados”, aseguró. “Salían contentos, felices. Les hizo bárbaro”, agregó. Como una buena madre que conoce a sus hijos, Alicia aseveró que con sólo verles las caras ya se daba cuenta que esta actividad les hacía bien.
Eda León, directora del Instituto Yoga Misiones, explicó que la técnica aplicada en niños es muy diferente a como es en adultos. Ella da clases a niños de 6 años y, a esta edad, todas las prácticas son de autoreconocimiento a partir de juegos. “Recién a los siete comenzamos a agregar técnicas metódicas de prácticas de yoga” aunque también se intercalan juegos.
Por otra parte, Catherine Froidevaux, instructora de Hatha Yoga de Valletierra comentó que este arte ayuda mucho a generar la flexibilidad que muchos chicos pierden a temprana edad y activa el ejercicio físico que le hace falta a muchos.
“El juego es la misma clase”, asegura Froidevaux. Muchas veces “les hago imaginar un viaje a la selva del África e imitar formas de animales. De esta forma se van familiarizando con las posturas y aprendiendo” a medida que se divierten.
La especialista agregó que este arte también les da "mucha autoestima y confianza. Además el yoga se mueve en un ambiente no competitivo, sano y seguro. Eso les enseña a comportarse en el entorno social”.
Froidevaux recomienda que los padres de los chicos que tengan problemas de inquietud, coordinación, trastornos en el esqueleto o necesiten actividad física tengan en mente esta posibilidad, ya que podría ayudarlos en su desarrollo.
La instructora del instituto Indra Devi, Graciela Tarzibachi, escribió el libro Mi primer día de yogacuado se dio “cuenta que no existía la información necesaria para prepararse al respecto”. Lo escribió para difundir lo que era el yoga y de qué forma aplicarlo en niños.
Tarzibachi también considera que todo surge a partir de los juegos. “Las poses que realizan los chicos tienen nombre de animales y de por esto se divierten mucho”. Otro de los juegos que realiza en sus clases es el de las estatuas. Mientras los chicos se quedan quietos “se van tranquilizando y relajando”.
Las clases, según su experiencia, son mucho mejores en grupos, ya que los chicos logran integrarse, conocer gente y, sobre todo, divertirse más.
El surgimiento
Un sabio yogui llamado Patánjali, entre los años 700 y
A través de las escrituras de su Yoga Sutra, este hombre nos dice que el cuerpo y la mente, lejos de estar separados, son manifestaciones de una energía que va desde lo denso a lo sutil. El descubrimiento de nuestras potencialidades se hace por etapas cuidadosamente programadas y la trayectoria nos conduce desde afuera hacia adentro.
Existen varios tipos de yoga. Casi todos consisten de una práctica psicofísica (posturas del cuerpo, control de la respiración y meditación). Se encuentra dentro del marco de las doctrinas del hinduismo (una cosmovisión de la naturaleza, origen y destino espiritual de la humanidad).
Para sus practicantes este arte significa la unión o integración del alma individual con Dios. La realización de esta conciencia unitiva (estado en el que el individuo se siente uno con su entorno, mediante un fenómeno psíquico de expansión). En dicho estado de conciencia, el nacimiento y la muerte constituirían sólo fases de una línea de vida mucho más extensa.
¿En qué los beneficia?
Eda León explicó a minutouno.com todas las propiedades positivas que le puede generar el yoga a los menores:
- Incrementa su concentración y su atención.
- Brinda contención.
- Estabilidad emocional.
- Le permite un grado mayor de concentración.
- Ayuda a superar inseguridades y frustraciones.
- Elimina el estrés.
- Mejora sus posturas.
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