Toluca dio el gran golpe y venció a Boca en la Bombonera
El Xeneize ganaba con un tanto de Silva de penal, pero los mexicanos no se achicaron y lo dieron vuelta para celebrar un triunfo que amargó el retorno de Carlos Bianchi al certamen continental.
Toluca de México dio el gran golpe y derrotó 2 a 1 a Boca en el debut en la Copa Libertadores en La Bombonera, en el encuentro que además marca el retorno de Carlos Bianchi al torneo que ya consiguió en tres ocasiones como entrenador xeneize. Santiago Silva, de penal, abrió el marcador, pero Carlos Esquivel y Edgar Benítez lo dieron vuelta para el visitante.
La expectativa por volver a ver al equipo, finalista de la última edición, disputando el certamen continental era mucho. Y si a eso se le sumaba la presencia de Bianchi (campeón en 2000, 2001 y 2003), no llamó la atención la gran cantidad de público presente en La Boca.
La gran apuesta del Virrey para el debut fue ubicar a Lautaro Acosta como volante derecho, y lo cierto es que la jugada le terminó saliendo bien. De hecho, fue el ex Lanús el hacedor de la jugada del tanto de Silva, ya que a él le convirtieron la falta que derivó en el penal que el uruguayo cambió por gol.
Antes de esto, Acosta se había mostrado muy movedizo y complicando por la banda derecha. Además, Juan Manuel Martínez era la otra carta con la que Boca ponía en aprietos a un conjunto mexicano que arrancó con la idea de no refugiarse demasiado cerca de su arco y complicar de contraataque.
En este aspecto, Boca era un equipo cuando atacaba y otro muy distinto cuando defendía. El carril derecho local era una invitación a atacar, especialmente por la flojísima labor de Cristian Cellay durante toda la primera mitad.
De ese lado vino la chance más clara que tuvo Toluca para emparejar marcador. El ex Huracán se durmió y permitió que Luis Tejada quede mano a mano con Agustín Orion, que respondió de gran forma y terminó impidiendo la igualdad.
A los 35 minutos, Boca tuvo una igualdad inmejorable tras una pared entre Silva y Martínez que el Burrito culminó con un potente remate que obligó a una gran intervención del arquero Alfredo Talavera.
Pero en el segundo tiempo, cuando parecía que el Xeneize iba a salir decidido a liquidarlo, comenzaron a aparecer las sorpresas. Primero, Matías Caruzzo derribó en el área a Edgar Benítez y el juez cobró el correspondiente penal. Sin embargo, Carlos Rodríguez lo pateó muy débil y Orion adivinó su intención para volver a salvar a su equipo.
Bianchi sacó de la cancha a Cellay, de pésima actuación, pero paradójicamente, instantes después, los mexicanos llegarían al empate. Un excelente pase de Zinha encontró muy solo a Esquivel, que definió cruzado ante Orion y esta vez sí venció al arquero para decretar el, a esa altura, merecido empate.
Herido en el orgullo, el Xeneize fue como pudo, y tuvo una gran chance tras un desborde de Acosta que terminó en un gran cabezazo de Martínez que se fue rozando el palo izquierdo del arco mexicano.
Y a los 27, llegaría el gran baldazo de agua fría de la noche. Otra vez Zinha, figura del partido, habilitó a Benítez, que definió con gran clase sobre la salida de Orion y terminó de silenciar a una Bombonera que no podía creer lo que estaba viendo.
A partir de ese momento, fue todo nervios, tensión e imprecisión en el conjunto argentino. Salió Silva, entró Lucas Viatri, pero nada cambió. A Boca le faltaban ideas y decisión ante un conjunto mexicano que se defendió con solvencia y autoridad.
Así, los minutos pasaron y Toluca fue consumando el gran golpe. Con mucha precisión, contundencia e inteligencia, el visitante se quedó con tres puntos de oro ante el último finalista del torneo y como visitante.
Sobre el final, Viatri contó con su única situación de peligro: a los 44, aguantó bien en el borde del área, se dio vuelta y sacó un remate rasante que reventó el palo.
Para Bianchi será momento de barajar y dar de nuevo, teniendo en cuenta no sólo la derrota sino el muy flojo nivel de varios de sus jugadores. Esta vez, el Virrey no tuvo un debut feliz en el torneo que tantas veces lo tuvo como vencedor.
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