Brasil golpeó en el final y festejó ante una Argentina que sólo se defendió
Sabella planteó un esquema con mucha marca y cuidaba el 1-1 en Goiania. Pero en el final, Desábato hizo un infantil penal y Neymar sentenció la historia. La revancha será en Chaco, el 3 de octubre.
Alejandro Sabella armó su equipo con jugadores del Torneo Inicial, más algunos hombres que militan en el fútbol brasilero. Precisamente uno de ellos, Martínez (jugador del Corinthians), fue el encargado de romper el cero en Goainia, cuando el equipo argentino no lograba hacer dos pases seguidos.
Hasta ese momento, la pelota la había tenido el local, aunque sin demasiada profundidad. En eso tenía que ver la floja labor de un Neymar que fue bien contenido por el jugador de Vélez Gino Peruzzi, que no le brindó la libertad para que el crack se ponga el equipo al hombro.
Sin embargo, la ventaja le duró muy poco a Argentina, ya que Brasil llegó a la igualdad minutos después, cuando precisamente Neymar envió un centro desde la derecha que encontró la cabeza de Paulinho (adelantado), para vencer a Oscar Ustari y decretar el empate, resultado que tenía mucho más que ver con el desarrollo del juego.
Lo cierto es que muy poco pasó en lo que quedó de ese primer tiempo. El local siguió teniendo el control del balón y el visitante se refugió muy atrás. Rodrigo Braña estaba muy ocupado en la marca y por eso los delanteros, sobre todo Hernán Barcos, carecían de un nexo que los abastezca para que puedan desnivelar.
Quizás como muestra de lo malo que fue esa primera mitad, hay que destacar que el árbitro Carlos Amarilla lo terminó diez segundos antes de que se cumplieran los 45 reglamentarias. Para el olvido.
Pero cuando se pensaba que el partido no podría ser peor, el segundo tiempo demostró lo contrario. Fueron 45 minutos en los que, salvó alguna excepción aislada, no pasó absolutamente nada.
Lentamente, al visitante le fue conformando cada vez más el punto, y por eso se metió muy atrás para cuidar el punto. Ante esto, Brasil, que fue durante todo el partido el dueño del balón, lo acorraló contra su arco, aunque sin ideas ni profundidad, por lo que casi no dispuso de ninguna chance clara de gol.
Sin embargo, cuando todo hacía parecer que el empate era cosa juzgada, Leandro Desábato cometió una infantil falta en el área al tocar la pelota con la mano, Carlos Amarilla cobró el correspondiente penal y Neymar lo cambió por gol, para que el Scratch se lleve una victoria con el último suspiro.
Así, el equipo de Sabella se quedó sin nada y deberá ganar sí o sí en la revancha, que se jugará en Chaco el próximo 3 de octubre.
Para rescatar, muy poco. El atrevimiento y el gran gol de Martínez, el orden de Pablo Guiñazú, las ganas de Barcos, el despliegue de Peruzzi y casi nada más. Esta vez, no alcanzó con pensar más en el arco propio que en el rival.
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