Impulsan la emisión de un billete de $500 con la imagen de Juana Azurduy

Economía

La idea es de la defensora adjunta del Pueblo porteña, Graciela Muñiz, quien presentó el proyecto ante el Banco Central. Consideró que su iniciativa responde al "deterioro del peso a raíz de la inflación".

La defensora adjunta del Pueblo porteña, Graciela Muñiz, presentó un proyecto ante el Banco Central para imprimir billetes de 500 pesos con la imagen de Juana Azurduy ante el "deterioro del peso a raíz de la inflación".

El nuevo billete, aseguró la funcionaria, sería de gran utilidad en el mercado inmobiliario para "facilitar el transporte de dinero, teniendo en cuenta que las operaciones de compra y venta están ahora pesificadas".

Para Muñiz, se trata de "tener un billete de 500 que haga más fácil y rápido llegar a los montos necesarios para esas transacciones sin tener tantos billetes en la mano".

Con respecto a la imagen elegida, la defensora adjunta destacó en Radio 2 que "se busca reinvindicar la figura de una luchadora, una de la más importantes de los pueblos de Latinoamérica".

El retrato estaría realizado por el artista plástico argentino Guillermo Roux y en su reverso llevaría la imagen del cerro de los Siete Colores de Purmamarca, provincia de Jujuy.

"La presidente Cristina Fernández había expresado que en futuros billetes de 200 pesos estaría la figura de Juana Azurduy, pero en nuestra propuesta consideramos que por los efectos de la inflación es necesario un billete de un valor no menor de 500 pesos", indicó la funcionaria.

Y añadió: "Antes íbamos con cien pesos al supermercado y hacíamos una compra importante. Ahora, volvemos y a veces no compramos grandes cosas".

Azurduy defendió el territorio del Alto Perú y Norte argentino combatiendo a los invasores junto a su marido Manuel Padilla con heroicidad y sacrificio. Luchó bravamente en 15 combates. Logró arrebatar una bandera a los realistas y se le otorgó a pedido del general Manuel Belgrano el grado de Teniente Coronel.

Bajo las órdenes de Güemes, combatió en la Quebrada de Humahuaca, Salta y Jujuy. Pese a ser respetada por todos los jefes revolucionarios, empezando por Simón Bolívar, vivió en Salta algunos años en la miseria y falleció a los 81 en Sucre, su ciudad natal, en el más completo olvido.

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