Ilan Amores presentó Caballo Negro: "Este disco fue sangre, sudor y lágrimas"
El cantante lanzó su nuevo álbum y en diálogo con minutouno.com habló del proceso de creación y su camino en la cumbia.
Ilan Amores presentó su nuevo álbum "Caballo Negro" y este lanzamiento marca un antes y un después en su carrera.
Grabado en el estudio Delta Sound y producido por Oniria, el disco explora sonidos de cumbia fusionados con otras influencias, creando una narrativa íntima y poderosa.
En diálogo con minutouno.com y previo al show que brindó en Niceto club para que sus fanáticos disfruten de su nueva música, el artista hizo un recordó sus primeros pasos en este ambiente, la influencia que tuvo Pablo Lescano en su carrera y cómo fue el proceso de creación de este material.
Su amor por la cumbia y la decisión de incursionar en este género
Tras una vasta trayectoria musical, Ilan Amores se consolidó como solista luego de formar parte de proyectos destacados como bajista de la banda Argies y baterista del grupo canadiense Harm & Ease, con quienes realizó giras por Canadá. En 2017, lanzó su primer álbum UNO, que lo llevó a realizar un mini-tour por Europa y Argentina, seguido de Chico Chico (2019), disco donde exploró una nueva identidad artística que cautivó a un público diverso.
¿Cómo surgió el gusto por la cumbia?
Creo que siempre me gustó. Siempre me gustó la cumbia. Pero, viste que en otra época si sos rolinga, sos rolinga, si sos metalero, sos metalero, si sos cumbiero sos cumbiero.
Y el otro día nos reíamos con un amigo, mira los metaleros como tienen el pelo largo y como muchos guitarristas del metal también tocaban cumbia.
Y así iba como un diálogo de un amor medio prohibido, porque se supone que si te gusta una no te gusta la otra. Y a mí me pasaba que me gustaban las dos, entonces, habiéndome criado más del lado del punk y del rock, que tiene su propio lenguaje, quería acercarme a todo este universo más como músico, entender la diferencia entre el lenguaje musical de un género y del otro, de la cumbia y del rock y todo lo que pasa en el medio, y además me encanta el rap y me encanta el trap y el hip hop y todo eso, entonces el folklore, viste, un montón de música me gustaba, pero creo que había algo en la cumbia que yo también pensaba que era un buen lugar donde plantar raíces, porque creo que era una música muy importante para el continente americano.
Y sí, hay algo ahí que me llamó mucho la atención, dije, tengo una banda de cosas para aprender de este género, está buenísimo, y es música de calle, de raíz, de barrio, de familia, cuenta cosas reales, tiene mucho en común con el punk rock, pero pasa que el punk rock es una copia de algo inglés, de algo europeo, acá la cumbia también tenía otro lenguaje que me interesaba como músico, yo estudié batería de chico, cuando tocas batería tenés el bombo, el hi-hat, esto, lo otro, y entonces aprendés, y en la cumbia hay otra cosa, timbales, congas, el güiro, todo eso, de repente dije, qué bueno que está esto, quiero aprender a tocar estos instrumentos, así que me fui metiendo ahí.
Y también trato de esquivar el estigma de la cumbia, yo no me creí en ninguna villa, nunca me faltó nada ni nada, pero me junto con Pablo Lescano y tenemos un montón de cosas en común, porque amamos la música y nos gusta tocar instrumentos, tocar el piano, grabar música, pasa más por ahí, y creo que hay todo un estigma de la cumbia y me divierte bailar alrededor de eso, y que le moleste a alguien o no que yo haga cumbia sin haberme criado en una villa, que sea rockero y que un rockero me putee porque hago cumbia, todo eso me divierte un poco, me parece que hace que todo esto valga más la pena, yo estoy ahí como jaja.
Yo estoy parado sobre los pilares que otra gente puso, respeto esa bandera y atravesé un proceso para meterme en ese género, tampoco le debo nada a nadie, no tengo que pedirle a nadie permiso para tocar cumbia por supuesto, pero sentí que era muy lindo juntarme con los tipos que saben tocar esa música, acercarme como quien se acerca con humildad, bueno quiero aprender acá, quiero ver que hay, no vengo acá a sacar el pecho, te aceptan, si tenés suerte te aceptan y aprendes, está buenísimo, yo lo re disfruté todo eso, pasé por ese proceso, me junté con los vagos a tocar, a ver cómo era, pero yo también traía mi kilometraje, no era que venía con una hoja en blanco tampoco, fue un intercambio buenísimo, también hay que tener la valentía de meterse, como un inmigrante que va a otro país tenés que ser valiente, tenés que encontrarte a vos quien sos alrededor de todo un universo nuevo, imaginate un cumbiero que se enamora de Iron Maiden y dice quiero aprender a tocar metal, y se acerca con unos metaleros que son piolas, y otros lo aceptan o lo discriminan, no sé, está piola.
La influencia de Pablo Lescano en su carrera
En el 2023, Ilan Amores lanzó "Tiro tiro", una canción junto a Pablo Lescano, referente de la cumbia argentina. En este contexto, el artista contó cómo es su relación con su colega y la importancia de trabajar con él.
"Pablo es muy generoso con su gente, mucho más de lo que se ve, y me tiró un centro, y si te patean en ese centro no le podés errar, porque él no te va a regalar nada, pero si te ve con ganas, con hambre, con potencial, tiene una visión telescópica, me pateó en un centro, cabeceé y metimos un golazo espectacular, hicimos una cumbia que tiene barras en inglés, hicimos dos cumbias muy lindas, alguna que otra que quedó en el tintero también, porque nos juntamos a tocar varias veces, pero "Tiro tiro", esta última que hicimos, tuvo un recorrido muy loco, y cuando estábamos redondeando la letra, porque un poco había pasado que, quería tocar una puerta en inglés, quería decir algunas cosas en inglés, en una cumbia, era polémico obviamente, imaginate, si a Néstor en Bloque lo criticaban por vestirse más cheto, imaginate cantar una cumbia en inglés", comentó.
Y, agregó: "Estábamos grabando en lo de Pablo, y yo tiro y le miraba la cara, a ver qué cara ponía, porque si te fruncía el seño Pablo, era como bueno, ya está, y me hizo cara como, mandale, mandale, y yo, me tiré a la cancha y después le gustó, y me dijo, está bueno. Muy sutilmente me dijo, metele, está buena la idea. Después, me puso en contacto con, por ejemplo, toda la gente de Texas, de Los Ángeles, de toda una comunidad mexicana que escucha cumbia de otra manera, se visten distinto a los cumbieros de acá, hay una columna vertebral que compartimos, pero es otra cosa, y ahí metimos un golpe y se escuchó porque usamos el mejor punteo que tiene Pablo, para mi gusto, que era un punteo que ya existía, él lo tocaba mucho en La Peña, y lo adaptamos, qué sé yo, salió un tema que está buenísimo para mí.
"Además de eso de México, en Colombia, se convirtió en el himno nacional de un equipo de fútbol que no había salido campeón en no sé cuántos años, y salió campeón, con ese tema que lo escuchaba La Barra. De repente me empezaron a escribir un montón de gente de Colombia, alguien encontró mi número, me llamaban de Bucaramanga, y así que el equipo de Bucaramanga salió campeón", explicó entre risas.
El proceso de creación de Caballo Negro
¿Cómo fue trabajar este álbum?
Me parece que uno nunca consigue lo que quiere, es re loco eso. El otro día veía un pintor que me gusta, que hay una pequeña parte de una entrevista que le hacen, un inglés que se llama Sebastián Horsley, y en el medio el tipo dice: "La esencia de la felicidad es que te falte algo". Entonces, en otra entrevista el tipo también dice: "yo me imagino algo y lo pinto y nunca queda como me imaginaba".
Son esos poetas malditos, muy cínicos, muy ácidos que se ríen de todo y que la vida es una tragedia. Entonces yo me voy a reír de eso, tienen una forma de ver el mundo muy loca pero algo de todo eso me atravesó haciendo este disco. Siento que llegué a un límite donde dije "no se si hay que ver la vida tan así todo el tiempo", pero me crié con esos personajes, entonces todo el proceso del disco fue medio oscuro por momentos. La parte de escribir toda esa música y de exorcizar todos los demonios que salieron para este disco fue sangre, sudor y lágrimas pero hacerlo, trabajarlo fue una maravilla porque fue con Oniria, que es un productor increíble, es una figura clave del trap, que es un género que a mi me encantan un montón de cosas, pero yo no soy ningún abanderado, conozco lo que conozco y nada más, así que estuvo buenísimo.
Los dos veníamos como cada uno desde nuestras orillas, de visitantes a la cumbia y creo que nos quedó un disco hecho con honestidad. Los dos aprendimos, nos divertimos, le dedicamos una gran cantidad de horas de trabajo, de compromiso y de realidad, nos encerramos a hacer un re disco, que nosotros creíamos que era honesto y verdadero, que estaba hecho con fuerza, con buena materia prima. Uno se da cuenta, nosotros sabemos vender humo si queremos, hay fórmula para hacer todo eso y esto había que meter la mano hasta el fondo del tacho para agarrar la más fría, se te congela todo el brazo, en un momento decís "lo pierdo", pero sacamos la más fría. Este disco lo defiendo, sé de lo que está hecho y creo que llegué al punto antes de la locura para entregarlo.
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