Escapadas en Buenos Aires: los lugares para aprovechar el otoño y pasar un día de campo
A solo un par de horas del centro porteño, hay opciones para vivir un día diferente rodeado de naturaleza y sin gastar tanto.
Los lugares para aprovechar el otoño y pasar un día de campo
El otoño puede ser el momento ideal para cortar con la rutina y recargar energía al aire libre. El clima templado y los paisajes teñidos de tonos dorados invitan a buscar planes tranquilos y accesibles, sin necesidad de tomarse vacaciones largas ni gastar una fortuna. Por eso, muchas personas optan por una escapada de un día cerca de la Ciudad de Buenos Aires.
En este tipo de salidas, las estancias o casas rurales ofrecen una experiencia diferente, con espacios verdes, comida casera, arquitectura colonial y una tranquilidad difícil de encontrar en el ritmo urbano. Ya sea en pareja, con amigos o en familia, un día de campo puede ser el plan perfecto para aprovechar un fin de semana o un feriado.
A continuación, dos propuestas imperdibles para desconectar del ruido sin tener que irse muy lejos.
Los dos lugares para pasar un día de campo
La Florida Casa Pueblo – San Antonio de Areco
Ubicada en el casco histórico de San Antonio de Areco, a poco más de 100 kilómetros de Capital, esta casona de 1900 fue transformada en un hotel boutique con mucha calidez y detalles únicos.
La Florida Casa Pueblo tiene solo cuatro habitaciones, lo que garantiza una experiencia íntima y relajada. Además, cuenta con una pileta rodeada de árboles, un jardín ideal para descansar en reposeras y una sala de estar para compartir momentos tranquilos.
Su dueña, Delfina Gismondi, fabrica artesanalmente gran parte del mobiliario con maderas recicladas, lo que le da al lugar un encanto especial. Todo en esta estancia respira arte, reciclaje y armonía con la naturaleza.
Hotel del Casco – San Isidro
Si lo que buscás es algo más clásico y señorial, el Hotel del Casco en San Isidro es una excelente elección. A tan solo 20 kilómetros del centro porteño, esta residencia neoclásica restaurada con esmero ofrece un ambiente elegante, con jardines cuidados, flores frescas, arañas de cristal y muebles antiguos.
Cada una de sus 20 habitaciones mantiene la esencia original del lugar, con toques de lujo y serenidad. Ideal para una escapada breve pero distinguida, el hotel invita a caminar por el casco histórico de San Isidro, recorrer el barrio y disfrutar de un entorno de paz con aire aristocrático.
Ya sea en un entorno más campestre o en una residencia majestuosa, ambas opciones son ideales para desconectar sin irse muy lejos. Una pausa bien merecida entre tanto movimiento.
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