Una adicta a Internet ató a su madre a una silla y la dejó morir de hambre
El crimen lo confesó una adolescente china de 16 años, que durante varios días envió por celular fotos y videos de su madre a una tía para exigirle dinero a cambio de la liberación. Lo hizo en venganza por la internación a un centro de rehabilitación.
Aparentemente, la adolescente quería vengarse de sus padres, quienes la habían internado contra su voluntad en un polémico centro de recuperación para adictos a Internet, situado en Shangdong, al este del país asiático, y que antiguos internos criticaron en numerosas ocasiones por la brutalidad de sus métodos.
Varios medios y la activa comunidad china en las redes sociales trasladaron el debate hacia el centro y sus actividades, ya que los responsables de la institución, que rechazan las acusaciones de castigos corporales, no hablan con la prensa ni permiten el ingreso a sus dependencias.
Las autoridades locales aseguraron que van a investigar el centro. En los últimos años proliferaron en China oprganismos de rehabilitación de jóvenes con problemas diversos en los que se emula a los campamentos de entrenamiento militar y a los que recurren padres que no encuentran otras alternativas como el tratamiento psicológico, aunque hubo numerosas denuncias de malos tratos.
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