El mensaje de Benedicto XVI por el cumpleaños 80 del papa Francisco

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El papa emérito Benedicto XVI felicitó hoy por escrito y por teléfono a su sucesor, Francisco, con motivo de su 80 cumpleaños y le hizo llegar "tres pequeños regalos" significativos para ambos.

Benedicto XVI, que reside en el monasterio "Mater Ecclesiae" del Vaticano desde su renuncia, en primer lugar le mandó un mensaje escrito "con mucho afecto" y posteriormente, por la tarde, le llamó personalmente por teléfono.

Además Benedicto XVI, de 89 años, le hizo llegar "tres pequeños regalos", no desvelados por la Santa Sede, que Jorge Bergoglio recibió "como símbolos muy personales y significativos para ambos" papas.

La jornada de cumpleaños de Francisco ha transcurrido con "normalidad" aunque, según el comunicado, la vive con "gran alegría".

El Vaticano refirió que Francisco esta "particularmente" contento por la presencia de muchos niños y muchachos en la audiencia que esta mañana concedió a la comunidad católica "Nomadelfia", que recibieron al papa cantando el "cumpleaños feliz".

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Durante este sábado el papa argentino ha recibido llamadas y telegramas de diversos líderes mundiales.


Han manifestado públicamente su aprecio por Francisco el presidente saliente de Estados Unidos, Barack Obama, el presidente ruso, Vladimir Putin, o el ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi, coetáneo del pontífice argentino.

La Secretaría para la Comunicación del la Santa Sede habilitó siete correos electrónicos a los que los fieles podían enviar sus felicitaciones en siete idiomas distintos: español-portugués, inglés, italiano, alemán, francés, polaco y latín. En total, Francisco ha recibido más de 70.000 correos, los más numerosos en su lengua materna, el español, así como en inglés, italiano, polaco e incluso más de mil en latín.

En el Vaticano se decantan por celebrar el onomástico pero hoy Francisco celebró a primera hora de la mañana una misa junto con los cardenales residentes en Roma en la que habló de la vejez como un tiempo con "sed de sabiduría". Les instó a rezar para que la suya sea "tranquila, religiosa, fecunda y alegre".

Anteriormente invitó a desayunar a ocho mendigos, uno de ellos peruano, que habían acudido a felicitarle.

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