Hollande admitió problemas matrimoniales, pero Francia aún posee primera dama

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El presidente galo habló por primera vez ante 700 periodistas luego de que se desatara el escándalo por su presunta relación con la actriz Julie Gayet.

El presidente francés, François Hollande, dijo este martes que los asuntos privados se tratan "en privado" y rehusó pronunciarse sobre la polémica surgida en torno a su situación sentimental.

El mandatario declaró que su comparecencia ante casi 700 periodistas no era "ni en lugar ni el momento" para hablar sobre su situación personal, preguntado sobre si su pareja, Valérie Trierweiler, sigue siendo la "primera dama" del país.

Hollande respondió a esa pregunta, la primera formulada después de un discurso sobre sus prioridades próximas en el cargo, dijo que la entendía pero precisó al periodista que se la hizo que "los asuntos privados se traten en privado, con una intimidad respetuosa de cada uno".

"Estoy seguro de que usted comprenderá mi respuesta. Cada uno puede atravesar desafíos en su vida personal, es nuestro caso. Son momentos dolorosos", añadió el presidente, quien agregó que dará más precisiones antes de la próxima visita de Estado, que le llevará el 11 de febrero a la Casa Blanca, donde se reunirá con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama.

Era la primera vez que el presidente aludía a su situación personal desde que el pasado viernes un semanario publicó fotos que eventualmente demuestran que tiene una relación sentimental con la actriz Julie Gayet.

Trierweiler permanece ingresada en un hospital tras conocer la publicación de esa información y el asunto centró la atención política desde entonces en Francia, aunque la opinión pública, según sondeos publicados este fin de semana, considera mayoritariamente que la vida sentimental de Hollande es un asunto privado.

El jefe del Estado rechazó además emprender acciones legales contra esa revista: "Hay tribunales que pueden sancionar los abusos. Es una cuestión de principios (...), pero aunque como ciudadano debería perseguir a esa publicación, si me contengo es para que no haya dos baremos. Mi indignación es total".

Hollande subrayó que la publicación de esas fotos y de ese reportaje supone "una violación que afecta a una libertad fundamental", y recalcó que "como país de una gran libertad", se debe velar por ese respeto "a la vida privada y la dignidad de las personas".

El presidente quiso dejar claro también que en Francia no hay un estatuto que regule a la pareja presidencial, sino "una práctica que varía según la época y las personalidades", e insistió en que lo "esencial para él" es la transparencia, y que los medios destinados a esa persona "sean conocidos, y lo menos elevados posibles".

La difusión de su supuesta infidelidad ha suscitado estos días igualmente preguntas sobre su dispositivo de seguridad, al verse que se desplazaba al piso de los encuentros en una motocicleta y protegido tan solo por dos escoltas, y, preguntado sobre el mismo, Hollande quiso zanjar igualmente la cuestión.

"Que nadie se preocupe por mi seguridad. Está garantizada en todas partes y en todo momento", concluyó el presidente, que, no sin ironía, agradeció al líder de la oposición, Jean-François Copé, por sus "sabias recomendaciones".

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