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Un hombre fue desheredado porque sólo tiene media cara

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Un hombre de la India quedó en la calle y depende de limosnas para sobrevivir después de que su familia le arrebatara sus tierras debido a su extraña condición. LAS IMÁGENES PUEDEN HERIR LA SENSIBILIDAD DEL LECTOR.

Ganesh vive en las calles de Haridwar
Ganesh vive en las calles de Haridwar
Ganesh vive hace años en las calles de Haridwar
Ganesh vive hace años en las calles de Haridwar
Un hombre del norte de la India contó con lujo de detalles los pormenores de su dura lucha contra los miembros de su clan, que lo despojaron de su herencia por tener un enorme bulto que le deformó el lado derecho de la cara.

Hace medio siglo, Ganesh Bhagat Chaurasia, de 65 años, perdió las tierras que pertenecieron a su padre debido a la maldad de su tío, quien logró que las autoridades de la localidad de Haridwar lo despojaran de su condición de heredero por tener una malformación en la cara, informó el sitio The Sun.

Pero el hombre se mostró como un "hombre feliz" a pesar de su condición, llamada neurofibromatosis, que comenzó como un simple bulto en su mejilla derecha y se convirtió en una masa que lo dejó ciego de ese lado. "Mis padres trataron de ayudarme, gastaron miles de rupias en doctores", aclaró el anciano.

"Al final, un médico en Mumbai ofreció operarme pero dijo que había apenas un 10 por ciento de que sobreviviera. Era muy arriesgado, así que desistieron", explicó. Ganesh era hijo de un granjero de Champaran, Bihar, donde poseía 30 acres de tierra, lo que equivale a unas 12 hectáreas.

"Mis padres siempre se preocuparon por las posibilidades de casarme. Y murieron demasiado jóvenes como para haber podido lograrlo. Al final no había nada que le pudiese ofrecer a una mujer así que decidí que era mejor no casarme", señaló el hombre, quien vive de lo que mendiga en las calles de Haridwar.

"La gente de mi pueblo odiaba estar cerca mío", explicó el hombre, quien trabajó como mecánico durante años hasta que la malformación en su cara le impidió ver bien. Entonces recurrió a la bondad de sus vecinos.

"Al principio no estaba cómodo de aceptar dinero de la gente, pero después pensé que quizás Dios me hizo así y así tiene que ser para mí", expresó el hombre con resignación.

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